Escribe:
Ricaldi Ramírez Ruiz (*)
Se trata de un rumor de mal gusto, pero aún como tal se le debe prestar atención; luego, atendiendo y haciendo volar en el cibernauta el imaginativo popular, para plantear un simulacro a esta realidad, de las consecuencias que podrían suceder.
Y es que el mencionado "rumor" se llena de vida, cuando indagando su procedencia nos topamos con el descubrimiento que su direccionalidad vendría en declaraciones y temores formulados por mismos funcionarios municipales; a lo mejor, atolondrados, acosados por responsabilidades de obvias interpretaciones.
Lo cierto del caso, es que asumiendo cierto grado de primarias investigaciones periodísticas, se coligen argumentaciones valederas que le dan cierta fuerza de credibilidad a esta fantástica histórica digna de un colapso; crónica de una muerte anunciada a tan corto tiempo de iniciada la Administración Municipal del Alcalde Rogelio Trelles Saavedra.
Amén del cariz interpretativo de la versión de marras; lo cierto es que la misma, no deja de sentar un terrible temor. No existe antecedente en el Perú, de una historia de esta naturaleza, ni siquiera a nivel de Administración Nacional, después de la Guerra con Chile.
Como si analizáramos los resultados de un "Simulacro de esta naturaleza", el contenido del resumen, nos otorgaría un resultado extremadamente imprevisible. Una declaratoria en quiebra social determinaría: a) La intervención inmediata del Estado a través de sus organismos respectivos; b) Declaratoria de reorganización de la municipalidad respectiva, confinándole el saldo de sus cuentas y recursos; c) Nombramiento de un ente y/u organismo reorganizador y la correspondiente baja de sus autoridades; d) Intervención y reversión de las cuentas de canon acumuladas y otras en vías de ser desaportadas por intermedio del Ministerio de Economía y Finanzas; e) Se interrumpiría en desmedro del poder municipal, su autonomía con una intervención obligada; f) Y como lo dicho, muchos otros etcéteras.
Pero, a que se atribuyen las causales económicas y sociales que viene anunciando el "rumor". Evidentemente, existen muchas versiones unas muy claras y dignas de creer, y otras tantas que navegan en un mar de incertidumbres. Por ejemplo, la incapacidad, estrechez económica y financiera para asumir obligaciones. Endeudamiento con entidades que provocan embargo de cuentas bancarias. Crecimiento desmedido y vegetativo desde el uno de enero del presente año, de una planilla de trabajadores que sobrepasan los rigores de los presupuestos y otros etcéteras.
De provocarse el caso, donde el rumor supere a la realidad; la administración municipal de Talara, asumiría el pasivo de consecuencias atribuidas a la incapacidad de sus propios funcionarios. Declararse en quiebra es admitir que se les ha ido de las manos el manejo administrativo en todos sus grados. Las responsabilidades, pasarían por no haber pegado el grito al cielo en el momento más inmediato al engancharse con las graves irregularidades de la pasada gestión. Han pasado 7 meses y no existe el informe legal de la TRANSFERENCIA MUNICIPAL.
Finalmente, como periodista vecino de este Municipio, sin dejar de dar la voz de alerta, hago todos los votos necesarios, para que esta muy triste realidad, no se cumpla. Declarar la quiebra social de una municipalidad, no meramente es tirar la toalla, es admitir una incapacidad de gobierno que remecerían la vida social de Talara. ¿Dónde quedarían los anuncios de TALARA CIUDAD SALUDABLE?
Esta no es una versión agorera, es una visión crítica avalada en un cálculo enteramente periodístico, no pretendo generar las iras santas, ni sacar los fantasmas de sus tumbas.
(*) Periodista
Director NoticiasTalara.Com
Prensa Digital Talara
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