Entrevista:
Teo Zavala (*)
Marisol Espinoza, la primera vicepresidenta del país como todos sabemos es piurana y aunque tiene una gran responsabilidad con toda la Nación, con Piura tiene una mayor, sacar adelante a su región, pero más allá de las responsabilidades de función, ella es una mujer que dice “aún no se mira al espejo para creerse que es Vicepresidenta”. No tuvo tiempo para ello, porque inmediatamente después de conocer los resultados de la segunda vuelta, se hizo cargo de la transferencia y ahora es la presidenta de la Comisión de Presupuesto del Congreso de la República.
La conozco desde hace veinte años, compartimos los senderos del periodismo por casi quince años y ahora que está en el poder, al verme esperando para entrevistarla me dice que me espere, que tiene un regalo para mi tierra (Ayabaca). Me invita a que comparta con ella el asiento posterior del auto que la traslada en la ciudad, y me comenta que la primera reunión descentralizada de la Comisión de Presupuesto será en Ayabaca.
“Sugiéreme lugares. Que no sea la ciudad capital. Un pueblo donde nunca haya llegado una autoridad”.
El desfile de nombres comienza, Espíndola, Aragoto, Arreypite… "Lo coordinamos", me dice y el compromiso está hecho. Le sugiero que si va hacer algo por Ayabaca, sea grande, la carretera, por ejemplo, y está de acuerdo. Pero, si esperé toda la mañana para hablar con ella, tengo que sacarle unas declaraciones exclusivas. Aquí las respuestas a algunas interrogantes.
¿Cómo te ha cambiado la vida, la Vicepresidencia?
Tengo otra tarea, además de la de Congresista y no queda tiempo para nada. Voy corriendo de un lado para otro, pero también hay muchas satisfacciones. La ventaja de ser Congresista y además Vicepresidenta, es que la gente la entera a uno de todo, desde que subió el pollo hasta los temas de Estado. Hoy se me acercó una delegación en Piura, preocupados por el tema de Peruvian Airlines. La gente se acerca y espera ver una solución a su problema. Esa es la parte simpática.
El presidente Humala, dijo el otro día que cuando se miró al espejo, no podía creer que era el Presidente, ¿cuándo te miraste al espejo, qué sentiste?
Todavía no me he mirado al espejo, porque desde la presentación de la plancha comenzó el trabajo, sobre todo en Piura, pero también en todo el país. Luego terminó la primera vuelta, vino la segunda, luego pasé a la Comisión de Transferencia y ahora la tarea congresal y a organizar algunas tareas concretas que me pide el Presidente. Entonces, antes estudiaba de 8 a 10 u 11 de la noche, ahora tengo que salir corriendo, porque me llama el Presidente y debo ir a Palacio y la tarea termina después de las doce de la noche. Ahora tengo un horario extra.
¿Y tu labor como madre?
Yo agradezco a Fiorella que hace por entenderme y me acompaña en algunas tareas y se siente parte de… Al principio era complicado para ella, porque era muy niña. Ahora es adolescente y sí se involucra. Le gusta organizar, repartir cosas. Sí me acompaña. Es complicado, ser política y madre. No se puede desligar, ni decir, aquí me quito la camiseta de Vicepresidenta y soy Congresista y me quito la camiseta de Congresista y soy madre o soy ciudadana. Pero las mujeres tenemos esa capacidad y hay tantas que hacen trabajos tan fuertes, que bajan desde la cima de los cerros a buscar agua, o a trabajar. Cuando una se mira y ve que no tiene que estar una hora prendiendo un fogón o cargando agua tres horas, entonces se siente bendecida. En estos momentos me preocupa mucho el tema del presupuesto. Es como una mamá que tiene el encargo de hacer las compras y que para hacerlo los recursos no alcanzan.
Te tiene que alcanzar para todo el país
Sí. Voy a salir pueblo por pueblo y por ello te doy la primicia, que voy a ir a un pueblo de Ayabaca, donde no haya llegado el Estado. Y así lo haré por todo el país, para escuchar las necesidades de la gente.
Tu vienes de abajo, digamos del pueblo, ¿cuál crees que es el resorte que te impulsó para llegar a estar muy cerca del cargo más importante del país?
Nunca me canso de agradecer a Dios, al Cautivo de Ayabaca, que cuando empecé no tenía ni siquiera personeros. Solo me encomendé al Cautivo y le pedí que me ayudara. Dios te da la oportunidad, en mi caso, de servir, de entender que es una tarea que me dieron, pero además con una gran oportunidad para poner en práctica lo que nos enseñaron en la Universidad: la vocación de servicio. No olvidar de dónde vengo, y volver a las raíces. Eso me da mucha fuerza. Las mujeres de nuestra zona siempre me están ayudando. Ellas rezan, me siento muy protegida por ellas.
¿Cuál es el compromiso que asumes con Piura, porque esta región ha puesto muchas esperanzas en ti?
Hay un compromiso mayor. No se puede sacar a la tierra del corazón. Pero hay que mirar a todo el país. Yo quiero llamar a las autoridades a ponernos la camiseta de Piura, dejar de lado las pugnas de siempre.
¿El Bloque Parlamentario piurano, es una buena idea?
Por lo menos lo estamos impulsando y yo creo que sí. Hay mucho interés. He visto el esfuerzo del señor Castagnino de seguir apostando. Ésta es una gran oportunidad de unir esfuerzos. Aquí no se trata de quién lo hizo, sino de lo que logramos para la Región Piura.
¿Tendremos Alto Piura al final del Gobierno?
Estoy muy empeñada en esto, estoy vendiéndole la propuesta al Presidente, porque hay una dura pugna, hay sectores que no quieren más proyectos de irrigación, otros que quieren sacar gran hectareaje y olvidarse de los sectores más pobres. La ventana 1 y 2 tienen que hacerse.
¿Cómo ves a la Región Piura al final de este Gobierno?
La veo sembrando algodón, rescatando el Pima, sembrando caña para azúcar, veo que nuestros niños ya no estén sentados en ladrillos, con sus laptop, veo a la región con agua potable, servicio eficiente, para Talara, Paita, Sullana.
(*) Periodista
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