miércoles, 31 de agosto de 2011

OPINIÓN…Abriendo las puertas del infierno

Autor:
Fritz Du Bois (*)

Cuando un monstruo viola a su hijo de ocho años y, luego, intenta degollarlo, la opinión publica ofuscada pedirá el retorno de la pena de muerte y se rajará las vestiduras totalmente escandalizada.

Más aún, para una sociedad acalambrada que evita abrir los ojos a la realidad, el que ocurran crímenes como ese le dará la impresión de que se hubieran abierto las puertas del infierno y miles de demonios estarían sueltos. Sentirán que es el inicio de Armagedón y que el fin del mundo empezó.

Sin embargo, creemos que no es más que un reflejo del relajo policial pues, si bien se puede hablar de la decadencia social o del deterioro de la vida familiar, el hecho es que depravados como ese aparecen usualmente cuando sienten que tienen la posibilidad de cometer libremente una monstruosidad. La sensación de impunidad es usualmente lo que más incentiva a salir y cometer un acto criminal.

Por ello, es fundamental que el tema de la inseguridad no sea dejado de lado asumiendo que, con la compra de los días de franco a 13 mil efectivos, el problema se ha solucionado. Ayer no solo se informó de ese escandaloso caso, sino también del asalto a un ómnibus interprovincial en la carretera Panamericana Norte, a solo 60 kilómetros de Trujillo, lo que demuestra que los delincuentes, simplemente, le han perdido el temor y el respeto a la fuerza policial.

Así que es fundamental que el Gobierno desarrolle una estrategia integral en materia de seguridad. Se requiere de muchos más policías, mejor preparados y equipados, para combatir la creciente ola de delincuencia a nivel nacional.

Incluso, desde que terminó la peor etapa del terrorismo en nuestro país, sucesivos gobiernos se han relajado pensando que el tema había pasado a ser secundario. No podían estar más equivocados ya que, hoy en día, la inseguridad ciudadana es lo que más les preocupa a los peruanos.

Por otro lado, se puede argumentar que, mientras la política carcelaria sea tan inadecuada y en el ineficiente Poder Judicial existan jueces tan complacientes, nunca será posible combatir adecuadamente a la criminalidad. Esa es, usualmente, la excusa de los que no quieren asumir su responsabilidad.

Por lo tanto, vayamos paso por paso y empecemos por la fuerza policial. Tengamos suficientes efectivos operativos, lo cual hará que las calles sean más seguras y los ciudadanos vivan con más tranquilidad. Luego se podrá solucionar el desastre judicial.
 
(*) Periodista. 

No hay comentarios.:

Publicar un comentario