Transportistas talareños anuncian paralización
19 empresas asociadas de autos y camionetas rurales de esta ciudad, amenazaron la mañana de ayer con paralizar en los próximos días sus labores, si es que el alcalde de Talara, Rogelio Trelles Saavedra, no accede en separar de sus cargos a algunos funcionarios del área de transporte de la Comuna Talareña, a quienes acusaron de estar beneficiando a un sector de transportistas con fines de lucro personal y no con el objetivo de reordenar y reestructurar el transporte en esta Provincia.
Fue el representante de las 19 empresas asociadas de autos y camionetas rurales, Víctor Coronado, quien informó que tras ser impedidos una vez de participar de las reuniones del proceso de reestructuración y reordenamiento del tránsito en Talara por algunos malos funcionarios del área de transportes, han acordado que este 1 de setiembre pedirán al alcalde de esta ciudad, Rogelio Trelles, separar a estos malos elementos de sus puestos de trabajo, por beneficiar a un sector de transporte y perjudicar a otros.
Manifestó que si el burgomaestre Talareño, no accede a su única petición, entonces iniciarán de manera inmediata la paralización de sus labores, la cual perjudicaría a cientos de usuarios de los diferentes sectores de esta ciudad.
"Estamos prestos al diálogo...queremos ser parte del proceso de reestructuración y reordenamiento del transporte de Talara, pero estos malos funcionarios del área de transporte, no dejan que participemos de las reuniones...Este lunes nos reuniremos con el alcalde y otras autoridades locales y si no acceden a nuestro pedido realizaremos una paralización" dijo Víctor Coronado.
Las autoridades de la provincia de Talara, han ingresado desde hace tiempo a un gran dilema de querer y no querer la construcción de la planta desalinizadora, al encontrar una serie de opiniones vertidas a favor y en contra de la misma.
Los representantes de la Cámara de Comercio e Industria de Talara, fueron los primeros en rechazar la propuesta del alcalde, Rogelio Trelles Saavedra, de instalar una planta desalinizadora en Talara. Hace poco, la sociedad civil organizada (asociaciones, gremios, sindicatos e instituciones públicas y privadas), rechazó -en una asamblea pública-, la misma propuesta del Alcalde, tras considerar que dicha alternativa, representa un paliativo y no una solución definitiva para el problema del desabastecimiento de agua.
Además, porque su construcción significaría hipotecar los recursos del Canon Petrolero por veinte años, y poner en riesgo los recursos de la Municipalidad y en la parte económica, por la inversión que llega a los 231 millones de nuevos soles.
Consideraron que se debe realizar un estudio serio, porque la propuesta es un paliativo y no una solución definitiva para solucionar el desabastecimiento de agua, porque solo producirá 140 litros por segundo, y se requiere de 720, para abastecer el distrito de Pariñas, La Brea, Lobitos, El Alto, Los Órganos y Máncora.
Señalaron que a nivel nacional, no existe una entidad prestadora de servicio que brinde abastecimiento de agua potable a la población mediante una planta desalinizadora, ya que es muy costosa la producción por el elevado costo de energía eléctrica y sus insumos que son importados y no son comerciales.
Opinaron que ellos están dispuestos a contribuir con las gestiones para la búsqueda de la solución integral y definitiva al problema del desabastecimiento de agua, que afecta a todos los hogares de la provincia.
Y como primera gestión, exigen al titular del Ministerio de Vivienda y Saneamiento, apoyar a la provincia con la actualización del estudio de pre inversión a nivel de perfil para el proyecto de Mejoramiento y Ampliación de los Sistemas de Agua y Alcantarillado de la provincia de Talara elaborado por la EPS Grau y PetroPerú en el año 2009. Ello mientras se realizan los trabajos de cambio de colectores y repotenciación de la planta El Arenal que permitirá mejorar el suministro de agua en la provincia.
ALCALDE INSISTE
El alcalde Rogelio Trelles Saavedra, continúa con su propuesta de la construcción de una planta desalinizadora, pues considera que es una solución a corto plazo al desabastecimiento de agua en Talara. Incluso aprobó -en sesión-, la propuesta de una iniciativa privada, que busca que capitales privados inviertan en obras de saneamiento, para continuar con el planteamiento de construir una planta desalinizadora.
Según él, la Municipalidad no asumirá costos, y las tarifas serán sociales. Ayer se constató que las autoridades de la Municipalidad, repartieron unos resultados que realizó la institución Mejorando la Inversión Municipal (MIM), en base a una encuesta de Imasen sobre la percepción del agua potable en las poblaciones de Paita, Talara y El Alto, el mismo que presentó en la Municipalidad de Piura hace poco, donde se observa que uno de los acuerdos es que las municipalidades inviertan en mega proyectos (planta desalinizadora), para solucionar parte del problema del agua.
Con esto se comprobó que existen varias posturas a favor y en contra de la construcción de la planta desalinizadora. Pero serán las autoridades del Gobierno Central las que den a conocer, cuál será la alternativa correcta, para solucionar el problema del desabastecimiento de agua en Talara .
Opiniones a favor y en contra de la construcción de la planta desalinizadora
Los representantes de la Cámara de Comercio e Industria de Talara, fueron los primeros en rechazar la propuesta del alcalde, Rogelio Trelles Saavedra, de instalar una planta desalinizadora en Talara. Hace poco, la sociedad civil organizada (asociaciones, gremios, sindicatos e instituciones públicas y privadas), rechazó -en una asamblea pública-, la misma propuesta del Alcalde, tras considerar que dicha alternativa, representa un paliativo y no una solución definitiva para el problema del desabastecimiento de agua.
Además, porque su construcción significaría hipotecar los recursos del Canon Petrolero por veinte años, y poner en riesgo los recursos de la Municipalidad y en la parte económica, por la inversión que llega a los 231 millones de nuevos soles.
Consideraron que se debe realizar un estudio serio, porque la propuesta es un paliativo y no una solución definitiva para solucionar el desabastecimiento de agua, porque solo producirá 140 litros por segundo, y se requiere de 720, para abastecer el distrito de Pariñas, La Brea, Lobitos, El Alto, Los Órganos y Máncora.
Señalaron que a nivel nacional, no existe una entidad prestadora de servicio que brinde abastecimiento de agua potable a la población mediante una planta desalinizadora, ya que es muy costosa la producción por el elevado costo de energía eléctrica y sus insumos que son importados y no son comerciales.
Opinaron que ellos están dispuestos a contribuir con las gestiones para la búsqueda de la solución integral y definitiva al problema del desabastecimiento de agua, que afecta a todos los hogares de la provincia.
Y como primera gestión, exigen al titular del Ministerio de Vivienda y Saneamiento, apoyar a la provincia con la actualización del estudio de pre inversión a nivel de perfil para el proyecto de Mejoramiento y Ampliación de los Sistemas de Agua y Alcantarillado de la provincia de Talara elaborado por la EPS Grau y PetroPerú en el año 2009. Ello mientras se realizan los trabajos de cambio de colectores y repotenciación de la planta El Arenal que permitirá mejorar el suministro de agua en la provincia.
ALCALDE INSISTE
El alcalde Rogelio Trelles Saavedra, continúa con su propuesta de la construcción de una planta desalinizadora, pues considera que es una solución a corto plazo al desabastecimiento de agua en Talara. Incluso aprobó -en sesión-, la propuesta de una iniciativa privada, que busca que capitales privados inviertan en obras de saneamiento, para continuar con el planteamiento de construir una planta desalinizadora.
Según él, la Municipalidad no asumirá costos, y las tarifas serán sociales. Ayer se constató que las autoridades de la Municipalidad, repartieron unos resultados que realizó la institución Mejorando la Inversión Municipal (MIM), en base a una encuesta de Imasen sobre la percepción del agua potable en las poblaciones de Paita, Talara y El Alto, el mismo que presentó en la Municipalidad de Piura hace poco, donde se observa que uno de los acuerdos es que las municipalidades inviertan en mega proyectos (planta desalinizadora), para solucionar parte del problema del agua.
Con esto se comprobó que existen varias posturas a favor y en contra de la construcción de la planta desalinizadora. Pero serán las autoridades del Gobierno Central las que den a conocer, cuál será la alternativa correcta, para solucionar el problema del desabastecimiento de agua en Talara .
No sólo mejores emisiones, precios también. por: Ing. César Gutiérrez
Más son los anuncios que los avances en el trillado proyecto de modernización de refinería Talara. Los actores intervinientes, es decir todos aquellos que tienen contratos con Petroperú, que no son pocos: constructor, supervisor, licenciatarios de tecnología, banco estructurador, asesor financiero, consultores de mercado y asesores legales; así como los que aspiran a participar: proveedores de equipos, materiales y servicios periféricos; más los subcontratistas internacionales y locales; deben entender el contexto en que se desarrolla este emprendimiento, que va más allá de sus naturales intereses particulares.
Sobre todas las cosas debe primar el interés del estado, que tiene dos objetivos: reducir las emisiones contaminantes, principalmente las que tienen alto contenido de azufre y contar combustibles de precios competitivos. Las cifras actuales en estos dos aspectos son bastantes malas.
Las refinerías locales, tanto las de la estatal Petroperú, como la de propiedad de la española Repsol; producen combustibles con alto contenido de azufre, más de 3,000 partes por millón (ppm), cuando el estándar internacional está hoy en día por las 10 ppm. Se ha puesto una buena meta 50 ppm, aunque aún está lejana de la que tienen los mejores.
Respecto a los precios de las gasolinas y diesel a nivel de productor, es decir las refinerías, en el Perú hoy son más elevados que lo cotizado en el mercado de referencia, que es la Costa del Golfo de México. La razón de esto reside en la obsolescencia e ineficiencia de las plantas locales, que si vendieran estos dos combustibles a precio competitivo, simplemente trabajarían a pérdida. Los valorizan casi exactamente a lo que costaría importarlos, haciendo inviable la operación de un comercializador que decida traerlo desde otras latitudes, pero con serio perjuicio económico al consumidor nacional.
La iniciativa para que esta situación nada deseable para el estado se revierta, tiene que partir de Petroperú. Es obvio que su competidor Repsol, no la hará, pues se corre el riesgo de hacer una inversión cuantiosa, el menor valor es de 1.0 billón de dólares, y que la estatal no lo siga, pero que haciendo gala de su poder político, pueda hacer uso de medidas proteccionistas, que le permitan cubrir sus ineficiencias con subsidio de las arcas fiscales.
La actual coyuntura no es nada propicia para las inversiones de las empresas españolas, por lo que ocurre con la economía y finanzas de su país. Para el caso de Repsol, la situación es más crítica aún, porque a los males reseñados se suma la nacionalización que ha sido objeto en Argentina. Su aspiración en este momento es a la inversa, no construir nada costoso en ningún lugar donde operan, el Perú está en la lista. Las plegarias a la Virgen de la Almudena, deben multiplicarse, para que su competidor peruano, no haga nada que los obligue a desarrollar un proyecto costosísimo, que va requerir garantía corporativa de Madrid, lo que en estos momentos debe ser frase vedada.
En este orden de ideas, todos los actores deben ser conscientes de un tema adicional, la situación mundial se viene complicada y la responsabilidad de los gobiernos es: uso eficiente de la caja fiscal y niveles de endeudamiento razonables, el ratio deuda/PBI, hoy más que nunca es observado con lupa. Cifras desmesuradas no pueden ser aceptadas, ni proyectos sin viabilidad económica-financiera comprobada. La consecuencia sería desastrosa para la calificación de las clasificadoras de riesgo, seríamos candidato fijo para perder lo que tanto ha costado: el “grado de inversión”. Es un hecho reciente que solo una evaluación de carácter político de Moody´s ha logrado el sonar de las alarmas. Imagínense si esto se combina con evaluaciones de política económico y financiero, que demuestren inconsistencia o dispendio.
La tarea de hacer tangible una antigua pretensión, que es contar con refinerías más acorde con los tiempos, aunque con la limitación de un tamaño demasiado pequeño, no debe frustrase, la responsabilidad es lo que debe primar en todos los interesados.
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