martes, 14 de agosto de 2012

E D I T O R I A L




UNA VALENTÍA MUY DIGNA DE UN SUB-OFICIAL PERUANO


Hacía mucho tiempo que los peruanos no teníamos una respuesta tan directa, esclarecedora, ejemplarizante. Especialmente aleccionadora; cada palabra, cada respuesta, del sub-oficial Millones que vertía, en el programa sabatino del periodista Beto Ortiz, sacudían las estructuras profesionales, morales de las FF.AA. y de la PNP.

Pudiera suceder que reconociendo como se "filman las películas" en el Perú, esta escalofriante confesión, sea "mutilada, editada"; buscando ocultar, negar un esclarecedor testimonio, útil para propiciar la recomposición y limpieza de los Institutos Armados. Pudiera ser que al final se imponga el peso del poder, la influencia extraña, que existe en la balanza de los acontecimientos.

Pero, creemos que todos los peruanos bien nacidos, y que vivimos cansados del deterioro moral de nuestra Nación, hemos esperado momentos como éste, para sentir la esperanza, que así como este ejemplar sub-oficial Millones, que ha puesto el dedo sobre la llaga, al fín podamos estar asistiendo a la caida del velo, que durante mucho tiempo, y de la forma mas impune, se ha venido encubriendo la corrupción mas terrible que opera en las estructuras mismas de las Instituciones del Estado.

El noble y valiente integrante de la PNP., merece no sólo magnificarle por la integridad de sus principios, su cabalidad para hablar y decir las cosas por su nombre, sin temer a las represalias, las intimidaciones contra su propia vida que seguramente han de venir; a este valeroso policia, el Estado desde ahora, debe dictar las medidas necesarias para cubrirle contra la reacción de la corrupción herida por el desafío.

Y con sus esclarecedoras declaraciones, por fín se llegará a descifrar todos los tinglados, los subterfugios, los infames procedimientos, la realidad ocultada por pésimas cúpulas de militares que mintieron siempre al Perú, enviando a la muerte segura a novicios soldados, obligándoles en utilizar su inocencia y la precariedad de su preparación y armamentos, los únicos argumentos, con que enfrentaron a la sedición de cuajados criminales que integran las hordas de terrorismo.

La falsedad que confunde el prestigio de las FF.AA. y de la PNP. salida a la luz, gracias a un verdadero patriota, pone en pésima evidencia al Perú. Los peruanos sentimos verguenza ajena por la imagen que ofrecemos ante el mundo. 

Hoy nos damos cuenta que todos los portentosos presupuestos que los peruanos dimos con sacrificio, creyendo con falso orgullo, que éramos poseedores de instituciones militares sólidas, ejemplares, y dignas de asumir con toda integridad la defensa de la Nación, ha sido un esfuerzo vano. Hemos sido vilmente mentidos; la caricatura, la falsía, reemplazó al límpido historial de auténticos profesionales, militares que otrora, nos brindaron talla, orgullo y escuela de verdaderos defensores de la patria.

Ojalá que ahora no venga el cambalache, el trueque, el intercambio de favores políticos; y que los tribunales donde deben ventilarse y corregirse estas iniquidades, se porten a su debida altura; otorgándole a la nación, las respuestas que cimenten su credibilidad en los estamentos de gobierno. El Congreso de la República, deberá actuar y tener el comportamiento que le exige la moral del Perú; esta vergüenza invita a lavarnos de un agravio que afecta la reputación de la historia garantizada por auténticos militares peruanos.

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