Cuidado con la especulación
Ni bien se conoció que algunos alimentos tendrían un alza en el mundo, algunos comerciantes comenzaron a aumentar los costos de los productos de consumo diario en varias regiones del país. Entre los alimentos que registraron alzas en la última semana figuran, la leche, el limón, la cebolla y otros. No todos los incrementos tienen justificación ni explicación, solo productos como el limón, según los productores, se ha incrementado en precio porque los niveles de producción no son iguales a los de años anteriores.
Respecto a los otros productos, no hay una explicación, solo la especulación de los comerciantes. En nuestro país, la ley de la oferta y la demanda es la que regula los precios y la concertación de precios entre los productores está prohibida. Si esos dos mecanismos resultan insuficientes para detener a los especuladores, a los compradores nos queda una estrategia que, en la medida que seamos más los que la apliquemos, revertiremos esta situación: Evitar comprar lo que no se vende a un precio justo. En el caso de los alimentos, sí es posible hacerlo. Si el precio de P es elevado, entonces hay que consumir un producto alternativo.
Si el precio del limón sutil lo consideramos elevado, podríamos optar por otras variedades del cítrico que ya están ingresando al mercado local. La idea es defendernos de las alzas que no tienen justificación y proteger nuestra economía familiar. Habría que pedir también que, como ocurría en otras épocas, se promuevan actividades en las cuales las amas de casa puedan comprarle directamente al productor, de tal manera que ellos reciban un pago justo y el ama de casa pague lo que corresponde al producto y no más. En la medida que permanezcamos como espectadores de esta paulatina alza injustificada en algunos alimentos, dejaremos que esos nuevos precios se mantengan y generen un alza en el costo de vida. Como consumidores, también tenemos armas de defensa y somos más que ese pequeño grupo de especuladores que hoy nos quieren sorprender.
Responsabilidad frente a la Amazonía y sus habitantes
El río Amazonas y su biodiversidad fue reconocida esta semana como una de las maravillas naturales del mundo por la fundación New 7 Wonders. Como es lógico, este reconocimiento no solo nos llena de orgullo, también nos pone a pensar cómo se puede aprovechar esta designación para fomentar o fortalecer un rubro económico en las regiones por donde pasa el río Amazonas y en las que existe biodiversidad. Los especialistas en temas de turismo, han lanzado algunas ideas que bien vale la pena tomar en cuenta, pero con la claridad que ahí no termina el debate ni el trabajo. Los expertos en turismo han dicho que existe un potencial de crecimiento insuficiente, porque existen en los hoteles diez mil camas disponibles y solo el 30% están realmente ocupadas, es decir, se deben trabajar más estrategias para atraer turistas.
Entre estas estrategias, se ha esbozado la necesidad de mejorar la conectividad aérea interna como externa y realizar un trabajo de marketing agresivo. También se habla de la necesidad de cambiar el nombre de algunas regiones (San Martín y Loreto) y colocarles nombres relacionados con su cultura o la diversidad que tienen. Todo está en discusión y a este debate se ha sumado el Presidente de la República; bien valdría la pena pensar también en otras cosas. Quien ha ido alguna vez a la selva, ha sido testigo de la depredación, la contaminación de los ríos por falta de servicios básicos y las condiciones de pobreza extrema y pobreza en las que vive mucha gente. Si una zona quiere hacerse atractiva, hay que comenzar por dotarla de servicios básicos: agua, alcantarillado, luz. También habría que pensar en telefonía y medios de comunicación.
El turismo no es solo un hotel y unos servicios, es preciso capacitar personal, educar a la gente, pero también pagarle lo que le corresponde, pues algunos de los que hoy tienen empresas de turismo, no cumplen con lo que dispone el Ministerio de Trabajo a la hora de contratar personal y, esa es una de las causas (aunque no se justifica, pero en la práctica lo es) de que en algunos lugares la atención no sea buena. Hay que garantizar que, a mayor presencia de gente, las zonas de biodiversidad no serán afectadas, que el aprovechamiento del recurso siempre será sostenible y racional. Nos alegramos por el reconocimiento, porque es un logro más para el país, pero también es razonable que junto a la algarabía nos comencemos a plantear trabajos a largo plazo y beneficios para todos.
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