viernes, 31 de agosto de 2012

E D I T O R I A L




ESTAREMOS A UN PASO DE UNA REVUELTA NACIONAL?


Mi fotoDelicada si no la observan así los analistas políticos, o a lo mejor que exista una voluntad bien recóndita por evitar la trascendencia de la evolución de una presunta "revuelta nacional".  La historia política del país, no evidencia el precedente de otro gobierno nacional, que en apenas 13 meses de permanencia en el poder, haya encontrado muy agitadas las aguas  del descontento de la voluntad de los peruanos.


Con esta nota de opinión, no la estamos incorporando a una mera intención de apología, en menoscabo de la paz interna del país;  sucede que la intranquilidad social, se viene elucubrando, tomando fuerza, como si fuere la presencia de un gran 'tornado' de aquellos que arrasan con furia inaudita, causando daños irreparables.


Es posible que el gobierno del Presidente Ollanta, con sus reputados equipos de "inteligencia", ya haya advertido de lo grave de una situación que vive el país;  vislumbramos que es consecuencia de todo gobierno que asumió postulando un paquete de grandes ofrecimientos, mostrándose como el verdadero cambio que se necesita en procura de invertir el rumbo de la nave-nacional.


Haber ofrecido cambiar las infraestructuras sociales, revertir la pobreza, pegarle duro a la miseria, acabar con la absurda explotación de las riquezas nacionales en manos de poderosos grupos de poder transnacionales; prometer defender el derecho a un trabajo digno, instalar un gobierno de profundas raíces de "Inclusión social con participación de la riqueza";  todo esto, hoy pasa la factura, y  está convertida en una fuerza, que remece los cimientos de la paz nacional, y por ende, pone en peligro la permanencia democrática del actor de las promesas incumplidas.


Los levantamientos de los pueblos a nivel nacional, constituyen una biblia abierta de apocalípticas confesiones.  Nunca, uno de los gobiernos anteriores tuvo que enfrentar al mismo tiempo tanto litigo, reclamos de toda índole de las comunidades nacionales.  Encima que no se ha podido atender las demandas urgentes del país;  a los pueblos, regiones, se le amenaza con interrumpir sus derechos de propiedad, se desconoce la autonómia administrativa que garantiza la ley de descentralización, entre otros.


Miremos toda la gran palizada que trae el río:  Desde el tema Conga en Cajamarca (1); reclamos y levantamientos en todo el ande peruano (2); huelgas a nivel nacional (3); litigio con muerte de cocaleros (4); el lío intestino de la familia presidencial, todo un precedente desestabilizador (5);  El entreguismo y renuencia en abordar los contratos privatizadores que vienen lesionando el manejo de la riqueza nacional:  Por ejemplo, el caso del petróleo cuya opinión del gobierno, ha variado en 360º.


En otros horizontes la incapacidad para afrontar el conflicto en el VRAEM, la imagen deteriorada con las Instituciones que integran las Fuerzas Armadas, el soldado que realizó el vómito negro de sus realidades,  el caso de dos procuradores en la Corte Interamericana de Derechos Humanos, lesionando la legítima representación nacional;  las huelgas, paralizaciones de campesinos, trabajadores petroleros en pié de lucha por el incumplimiento de la ley 28840, la intromisión de la "primera dama de la Nación", interrumpiendo e incomodando la Ley y Constitución de Estado.


Aunque no se quiera reconocer, las aguas estan bien movidas, la paz interna de la nación corre peligro.  El caso del Conga, hasta aquí perdido por el Estado, constituye por si sólo, un grave argumento de desestabilización, al haberse subordinado el principio de autoridad.  El cambio en 13 meses de hasta 3 Gabinetes Ministeriales, son coordenadas de los síntomas de un país que se desplaza en aguas sobre movidas. Hay que tener cuidado.

  

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