jueves, 23 de agosto de 2012

N A C I O N A L


Descentralización con equidad

 
El gobierno del presidente de la República, Ollanta Humala Tasso, está impulsando su política de descentralización con inclusión y desarrollo sostenido con una visión de equidad, privilegiando a las zonas más pobres del país, aquellas que siempre estuvieron abandonadas y marginadas.
"El Gobierno se esfuerza por orientar el extraordinario crecimiento económico hacia los 'bolsones' de pobreza que se ubican en numerosos pueblos del sur andino y en otras regiones con gran potencial productivo como Cajamarca, Amazonas, Loreto, Ucayali, Madre de Dios y el VRAEM.”

Tal es el sentido de las declaraciones formuladas ayer por el Jefe del Estado sobre la necesidad de poner en valor toda la región sur donde se encuentran poblaciones que viven en pobreza y extrema pobreza por falta de infraestructura, energía y fuentes de trabajo. En esa misma línea de generar desarrollo sostenido y oportunidades para los más pobres, también ha reiterado que el Gobierno prioriza la atención a los problemas más urgentes de la región Cajamarca, asumiendo siempre como objetivo número uno la defensa del agua. Según la experiencia en el Perú y América Latina, está probado que la lucha contra la pobreza demanda no solamente generar riqueza y más empleo en las zonas industrializadas y donde existe mayor dinamismo económico y comercial, sino también afrontar el secular problema de la desigualdad entre unas regiones y otras de un mismo país. De allí que en nuestro territorio sobrevivan millones de peruanos muy pobres que carecen de los servicios elementales, aislados, sin comunicaciones y con graves problemas de salud y educación.
 
En tal razón, la gestión del presidente Humala se esfuerza por orientar el extraordinario crecimiento económico hacia esos "bolsones" de pobreza que se ubican en numerosos pueblos del sur andino y en otras regiones con gran potencial productivo como Cajamarca, Amazonas, Loreto, Ucayali, Madre de Dios y el VRAEM.
 
Solamente cerrando estas brechas de desigualdad, ahondadas con el paso del tiempo durante toda nuestra vida republicana, podremos dinamizar económica y socialmente toda la nación peruana, con mayor creación de riqueza, justicia social e igualdad para todos.
 
Por eso es urgente poner en valor la gran macrorregión del sur con obras como el futuro aeropuerto internacional de Chinchero, que permitirá atender a una creciente demanda turística en el Cusco, con más empleo y más obras de infraestructura complementaria.
 
Con ese propósito, y tal como lo subrayó el presidente Humala, el Gobierno también da prioridad a la masificación del gas de Camisea para el uso doméstico y vehicular, y con menor costo de ese combustible para las familias más pobres de la región.
 
A este respecto hay que señalar al Fondo de Inclusión Social Energética, que permite un subsidio de 16 nuevos soles por balón de gas para las familias pobres, y cuya aplicación empezó en la provincia cusqueña de Quillabamba, con proyección a extenderse hacia otros sectores.
 
Figuran asimismo en ese gran plan de desarrollo el gasoducto y la industria petroquímica, que será la piedra angular para dar un paso cualitativo en la industria nacional, con alta tecnología y valor agregado.
 
 
Simultáneamente, se sigue adelante con los programas sociales enfocándolos a las zonas más pobres, especialmente las localidades altoandinas, además de otras obras de envergadura como, por ejemplo, la construcción del hospital regional Antonio Lorena, con una inversión de 260 millones de nuevos soles, y el asfaltado de vías a través del proyecto Perú, por 700 millones.
 
 
En esta visión descentralizadora con inclusión y equidad social tienen papel preponderante los gobiernos regionales y las municipalidades.

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