martes, 14 de febrero de 2012

O P I N I O N


A MÁS INTELIGENCIA, MENOS TERRORISMO



Todos en el país debemos celebrar la captura de ‘Artemio’. No solo por lo que significa agarrar a quien desde hace décadas estaba dedicado a matar, sino porque al ser él jefe de uno dos sectores de Sendero Luminoso que están por la continuación de lucha armada, es un golpe estratégico contra dicha organización, que si se aprovecha bien, podría ser, ahora sí, el comienzo del fin de un proceso de violencia que tanto daño le ha hecho al país.

También ha sido positivo que, habiéndolo capturado herido, se optara por traerlo con vida y no por matarlo. Si sobrevive podrá ser sometido a la justicia, la que respetando las garantías del debido proceso (aplicables a todos, por más que se trate de un terrible delincuente, como es el caso) podrá imponerle la más alta sanción prevista por ley.

Esto último significa otro golpe contra SL, ya que se afirma la superioridad moral de un Estado democrático frente al terrorismo y porque permite que todos los peruanos podamos ver una vez más cómo los senderistas actúan motivados por un dogmatismo trasnochado y a través de acciones que expresan el más profundo desprecio por la vida.

Recordemos que el que se dejara con vida a Guzmán ayudó al desmoronamiento de su organización. Nos permitió ver cómo la “la cuarta espada” se rindió sin disparar un solo tiro y al poco tiempo escribió una carta a favor de Fujimori, a cambio de algunos beneficios personales, además de lanzar la consigna de “salvemos la vida del presidente Gonzalo”, cuando él había provocado la muerte de miles de jóvenes, por haberles metido en la cabeza que “había que llevar la vida en la punta de los dedos “.

El que se haya disparado contra ‘Artemio’ no viola los derechos humanos ni el derecho internacional humanitario (los mínimos que todos tienen que respetar en un conflicto armado nacional). El hecho de tratarse del jefe de una columna armada que se desplaza por la selva para escapar o cometer atentados, hace que sea un objetivo militar, contra el que el Estado tenía el derecho de usar las armas. Distinto hubiera sido que, una vez rendido o capturado, se le matara.

Parece ser que un grupo de senderistas del entorno de ‘Artemio’ habría acordado con la policía matarlo, animados por los cinco millones de dólares que hay de recompensa por su captura y porque podrían acogerse a los beneficios propios de una colaboración eficaz.

Se vuelve a demostrar que este tipo de de legislación (beneficios a cambio de información) puede no agradar, porque significa premiar al delincuente que traiciona y delata, pero es, en buena hora, el talón de Aquiles del delito.

También se vuelve a demostrar que mucho más eficaces son los golpes de inteligencia que las políticas antisubversivas que ocasionan la violación sistemática de derechos humanos. No nos debemos olvidar que Sendero Luminoso no fue derrotado en el pasado sobre la base de los miles de casos de desaparecidos, torturados, ejecutados o detenidos que han habido en el país, sino a partir de la captura de Guzmán, su expulsión de Ayacucho por las rondas campesinas y el rechazo activo de los sectores populares.

Un buen golpe de inteligencia es mucho más eficaz que una persecución basada en miles de violaciones de derechos humanos.

Queda pendiente la captura de los pocos, pero siempre peligrosos, senderistas que están en libertad, pero también algo más: una discusión seria y a fondo sobre lo que permitió que un grupo como SL (dogmático, trasnochado y violentista) haya podido avanzar tanto, y qué fue lo que provocó que, tras estar perdiendo, de pronto el Estado y la Sociedad lograran ganar. Sería un error quedarnos en los adjetivos y en los gritos de victoria, azuzados por los que siempre usan el terrorismo políticamente. Que no se nos impida reflexionar para que SL no resucite o para que estallen otros senderos, los que en un país como el Perú pueden estar a la vuelta de la esquina.

Hablando de estos temas: ¿Qué fue del lugar de la memoria? Después del adecuado nombramiento de Diego García Sayán como presidente de la Comisión que lo debe realizar, no se ha vuelto a escuchar ni una sola palabra.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario