E  D  I  T O  R  I  A  L

COMPRA DE PLANTA DESALINIZADORA... Y ALGO MAS

 

Todo viene de una realidad que demanda una solución urgente.  Responde, a la misma problemática que afecta al mundo entero:  EL AGUA; muchas naciones ya perdieron noción de ella, otros comienzan a perderla en el presente, y las últimas pugnando por  no morir de sed nunca.

Otras realidades, como la nuestra que comentamos, su caso es diferente, es cierto que no corresponde a lo anteriormente precisado, pero su causa se debe a una imperfección de su sistema que se traduce a la escasa previsión, faltas de criterio de tecnología, en una palabra descuido humano. 

En efecto la vieja historia del desabastecimiento del servicio de agua para la población de Talara, se debe a un error del hombre.  El río Chira que abastece, a no ser que algún día se seque por apocalípticas razones, está allí para brindar una solución.   Lo que ha ocurrido todo este tiempo es que no has faltado destreza, tecnología, dinero y voluntad del Estado para encararle.

De acuerdo a la organización política del Perú, corresponde al Ministerio de Vivienda y Construcción en representación del Estado, presentar las correctas y definitivas políticas de solución.  Y que de paso, ya es tiempo, en tanto Talara como provincia, lleva 39 años encarando las dificultades. No es justo que una Provincia de tanta importancia para el país, no se le brinde la atención justa, necesaria y definitiva

En ese interin,  asimilando daños que pasan unos encima de otros, La municipalidad de Talara, en uso de sus facultades que le concede su Ley Orgánica, y en el deber de dar cumplimiento a una promesa electoral, decide encarar el gran problema y plantea como solución alterna la compra de una Planta desalinizadora que impulse el desabastecimiento de agua a la ciudad cuando los tiempos apremien.

En su Sesion de Concejo realizada el día 16 del presente mes de febrero 2012, su pleno, decidió dar luz verde para involucrarse en la inversión del caso.  Por falta de adecuado manejo de los detalles técnicos de los contratos respectivos, no somos descriptivos por el momento, de lo que se supone serán los compromisos: 'deberes y obligaciones' que deberá asumir en el futuro los entes involucrados, entre ellos la población usuaria.

Lo cierto, que frente a esta operación trascendente, se debe reconocer el salto empresarial, decisión riesgosa pero de elevada gestión que se rescata del caso. Es cierto, que existen muchas explicaciones que dar, caso, cómo va a interactuar en el futuro la EPS-GRAU, cuánto va acostar el servicio, es una total operación de privatización?.  Quién va a comprar y quién va a asumir la inversión, qué pasará en adelante con el desempeño empresarial de la EPS-GRAU, desaparecerá, seguirá en operaciones, cuánta capacidad de abastecimiento tiene la Planta, cuánto es el riesgo y metas de años de vida?

Cuál es el informe y la opinión de la ciencia médica para una población que por toda la vida consumió agua de río y de pronto debe hacerlo con el agua de mar?.  Cuál va a ser la decisión final de la población cuando tenga que adecuarse como principal usuario del nuevo insumo?.  Muchas preguntas, muchas respuestas, pero dentro de todo, alguien debe explicar con mayor detenimiento que todo esto corresponde apocalipticamente a los riesgos y decisiones de los tiempos que determinan apurar medidas, tal vez riesgo, pero al fin, necesario. Pueblo prevenido vale por dos.

  

DIRECTOR DE ASPETA

RICALDI RAMIREZ RUIZ