DESDE MI ESQUINA

 

POR : EL BUHO

 

CARNAVALES: MUCHO CUIDADO CON SU DESORIENTACIÓN

A propósito de las tradicionales fiestas carnavalescas que se celebran en diferentes partes, en diferentes naciones. Unas otorgándoles un estricto sentido a la tradición y conservando la alegría humana, intercambiando costumbrismos sanos. No sabemos cuando nacieron y que inspiró a los pueblos a divertirse de ese modo.

Quizá sea el pueblo de la Zamba, Brasil, el que lleva de la mano a su majestad el CarnavaL universal. La forma como lo prodigan le ofrece un mensaje a la misma alegría, su organización es una grita sin igual, esfuerzos, competencia que contribuyen en establecer el ingenio, la participación innovadora, genial, original de los sectores en competencia que hacen de la diversión sana una expresión humana.

En otros pueblos como el Perú, las fiestas de Carnaval de Cajamarca, Huancayo, Puno, Ayacucho, se convierten en verdaderas encuentros del desborde ciudadano. 

En ellos, por la tradición se ha llegado a establecer que en el grado de la organización participan y están a cargo de comisiones que no descuidan que Carnaval es alegria, grita emocionada, exaltación del espíritu y una competencia valorativa donde salen a relucir la interpretación del ancestro, el folklore, el baile, la etnia, el costumbrismo; han llegado a coexistir los grados de respeto, cultura, en cada evento se deja constancia de la evolución innovadora y creativa de los pueblos.

Por lo que han llegado a ganar y ocupar espacios de verdadera y auténtica alegría, estas fiestas de arraigo popular, han logrado concitar el interés del turismo, grandes cadenas de peruanos y extranjeros de todas las latitudes, visitan y participan de estos encuentros dotados y garantizados de extrema seguridad, respeto. Las comunidades ancestrales del Perú cuidan y protegen que sus visitantes se lleven la mejor impresión.

Ahora bien, comparemos esa cultura de verdaderas fiestas de carnavales con los remedos, groserías que como una práctica muy peligrosa se suceden año a año en la ciudad de Talara. Hay que reconocer que en las décadas pasadas, todavía se guardaba la intención de entregarle un entretenimiento al pueblo, pero que terrible cambio, en los últimos años el carnaval de Talara por intermedio del "rojo y verde" ofrecieron miedo, violencia, asaltos, saqueos a muchos establecimientos de la ciudad.

ESTO DE NINGUNA MANERA ES CARNAVAL, NO ES CULTURA DE DIVERSIÓN Y SI ALGO PUDIERA OCURRIR PARA EL PRESENTE AÑO, YA ES DE RESPONSABILIDAD DE LAS AUTORIDADES QUE SABIENDO LOS TRAGICOS RESULTADOS, LES BRINDAN SU APOYO Y LES AUTORIZAN.