martes, 14 de febrero de 2012

E  D  I  T  O  R  I  A  L



SE QUIEBRA LA MANCOMUNIDAD MUNICIPAL?


La mancomunidad es un mecanismo moderno, es el valor agregado que  da cimiento de gobierno, necesario y recomendada su constitución, en tanto facilita entendimientos rápidos de control y aplicación.  Adoptarle garantiza los avances técnicos sociales de modo armónico que no dejan ni permiten desencuentros en la aplicación de programas de desarrollos integrales.

Adoptar la Mancomunidad en los gobiernos municipales que integran determinada provincia o territorio regional, obliga a salir de los absurdos aislamientos como ocurría  anteriormente, ahora por ejemplo en el caso de la propuesta de mancomunidad provincial de Talara, los 6 alcaldes representantes de los respectivos gobiernos locales, se avienen a la aplicación de un único proyecto de desarrollo sostenible, conveniente para todos y cada uno de ellos.

Por la afinidad social, política, de tecnología, turística de todos los distritos que integran la Provincia de Talara, alcanzar el punto de quiebre para su desarrollo, se traduce en muy factible, todas las condiciones están dadas, no ofrecen mayor oposición, incomodidades para iniciar su aplicación y en el plazo mediato comenzar a tener a la mano los resultados.

Pero necesariamente su ilustre aplicación debe hacerse en la base de ir en la búsqueda de aquel desarrollo sostenible, donde el proyecto tenga aplicación global y beneficiosa al mismo tiempo para todos. La importancia del proyecto es que esté conectado mancomunadamente y tenga una concepción de misión y visión que redunde en una descentralización estratégica.

Esta condición e ideal, enmarcaría el comienzo del éxito.  El inicio del mismo exige que las necesidades y sus respuestas se apliquen por estricta conveniencia global de los pueblos que integran una mancomunidad.  En el caso de la Provincia de Talara dueño de muchas potencialidades y recursos estratégicos el diseño armónico se iría aplicando apostando proyectos y medidas que calcen y favorezcan el crecimiento uniforme y conveniente.

Lamentablemente, esa no ha sido la motivación para el impulsor de la propuesta.  Nos referimos al alcalde Trelles Saavedra jefe del gobierno provincial, a quien dos de sus alcaldes distritales, recusan de distorsionar la propuesta de fondo y de politizarla buscando el protagonismo personal quebrando de aquel modo la esencia y fundamento del fin buscado.  Por lo menos, esto han dicho o se quejaron los alcaldes de Lobitos en primer término, y últimamente Víctor Hidalgo López del distrito de Máncora.

Es que además de las discrepancias y alejamiento de dos distritos en la mesa de mancomunidad, se ha producido otra distorsión de concepto e interpretación que conduce a un grave error.  Se ha podido comprobar que en todas las propuestas donde se busca unificar y sumar fuerzas sociales, siempre se llega al mismo punto interpretativo.  Los alcaldes se han venido reuniendo para poner sobre la mesa de discusión sus males  y necesidades tradicionales para que la mancomunidad les resuelva.  Y esa no es la idea de mancomunidad.

Según lo trascendido, algunos de los alcaldes después de varios meses de reuniones, se han dado cuenta que no han nacido una mancomunidad que proponga y garantice un cambio y avance de las estructuras con reforma profunda.  Por ejemplo dar impulso global a las potencialidades turística que casi todos los distritos tienen.  Los alcaldes parecen decepcionarse y desengañarse señalando que el alcalde provincial, pretendió tener un organismo aprovechable electoralmente, es decir un mero apoyo y coyuntura de caracter político.

DIRECTOR DE ASPETA
RICALDI  RAMIREZ  RUIZ

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