jueves, 13 de junio de 2013

“Enseñanza holística y de primer nivel”
 
Vivimos en un tiempo de innovación y de nuevas formas de crear y trabajar. Esto frecuentemente implica cambios en la forma de hacer las cosas. A través de nuestras sociedades podemos observar que la integración reemplaza a la fragmentación, por eso ahora se habla de una enseñanza holística a todo nivel, donde las partes conforman un todo sistemático y bien organizado. Clil (Content and Language Integrated Learning ) es un claro ejemplo de este proceso que invita a la convergencia entre el aprendizaje de contenido y la lengua en sí. Además, permite a los educadores como es nuestro caso alejarnos de la fragmentación, convirtiendo nuestras clases en vivenciales y con un mensaje claramente significativo, contextualizado y gramática inducida, sin atiborrar a nuestros aprendices con largas listas de palabras tediosas y de forma aislada. Sabemos que por un gran tiempo la enseñanza de idiomas y otras materias se ha dado en forma separada y esto lamentablemente no produce resultados óptimos.
 
Por otro lado, maestros de idiomas y de otras materias han dado grandes pasos en revitalizar su enseñanza hacia esta edad moderna dentro y aún a través de sus materias. Clil (siglas en inglés) provee la oportunidad de ir más allá, crea la fusión entre contenido y lengua a través de las materias que incentivan el aprendizaje independiente, autónomo y cooperativo al mismo tiempo, mientras construye un propósito común a un desarrollo a largo plazo. Los sectores de información y comunicación están integrando tecnologías en respuesta directa a una demanda social. Los teléfonos ahora proveen características fotográficas, de navegación y un amplio rango de medios de comunicación en su acceso a Internet, conservando el propósito original por el cual fueron creados.
 
La fusión en este sistema ha emergido para ayudar a construir habilidades y conocimientos diametralmente integrados en un mundo globalizado en gente joven. Hoy en día, escuelas piuranas de renombre están en búsqueda de este sistema, que implicaría entrenar y formar a todos sus maestros de las diferentes materias a aprender la lengua inglesa. Este desarrollo natural del idioma que se construye en otras formas de aprendizaje permitirá a nuestros alumnos convertirse de manera potencial académicamente hablando en la lengua inglesa después de cinco o siete años, escogiendo así temas que son familiares y de interés común que nos dará la esperanza de que habrá mayor retención de conocimiento y, por consiguiente, se aprenderá más rápido. La fluidez en el idioma es más importante que la exactitud y los errores son una parte natural del aprendizaje. Se logrará desarrollar la comunicación con una variedad de propósitos y la lectura se convertirá en la habilidad esencial.
 
A todas luces este sistema introduce por excelencia un contexto cultural, acceso a certificación internacional y engrandecimiento del perfil de la escuela, mejora en general la competencia lingüística, prepara para estudios futuros y vida laboral, diversifica métodos y formas de enseñanza e incrementa la motivación. Entonces, bajo mi punto de vista, las escuelas deberían involucrar a profesores de otras materias quienes algunas veces se muestran renuentes al cambio y a tomar esta responsabilidad por considerarla netamente marketera especialmente en el sector privado.

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