E D I T O R I A L

CASA DE LA CULTURA O REFUGIO DE DROGADICTOS

 

Petroperú, Empresa Estatal del Petróleo con sede laboral en la ciudad de Talara, desde hace 13 años atrás (1990), desaportó en favor de la Municipalidad de Talara, una antigua infraestructura que anteriormente y por espacio de 100 años servía como el primer "Centro Hotelero" de la zona petrolera, se le denominaba: Hotel Royal. Por su diseño muy original, se ha considerado como: Patrimonio Histórico de la Provincia Petrolera.

Al efectuarse la donación se tuvo especial esmero en señalar que su uso estaría reservado para que ahí, se adecuara una vieja aspiración de la juventud estudiosa y de la gente amantes de la cultura. El viejo hotel Royal, debería convertirse en la CASA DE LA CULTURA DE TALARA.

Lo interesante en el gesto de Petroperú, debió ser que en cumplimiento de un saludable programa de Responsabilidad social, hubiera cumplido con facilitar una infraestructura saneada dotando en todos lo extremos de segura funcionalidad, buscando en adelante que el propósito no tuviera litigio con obstáculos ni dificultades; el gesto habría contribuido a que la cultura se hubiera visto alentada. Son 13 años que transcurrieron siendo que la propuesta no se ha cumplido; desdeñamos, por los avances y logros que se han frustrado.

Empero, si Petroperú cedió un edificio baldío y en condición ruinosa, la Institución Municipal en todo este tiempo pecó mostrando escaso interés y nula capacidad de gestión, en la sana intención de darle el soplo de vida a un recuerdo grato de los primeros años del Histórico Campamento de Talara. Aquí ha faltado compromiso en todas las autoridades que se han ido sucediendo al frente del Gobierno Local.

Habría de echarle una mirada al antiguo edificio para lamentar que esté convertido en un baldón. Talara, un Centro Industrial que creció en espíritu buscando conquistar la superación, se ha visto frustrada en ese destino cuando no llegó el desarrollo de la cultura, el arte. La infraestructura es tan aparente, que era posible el ejercicio de grandes discernimientos, debates, exposiciones histriónicas y, hasta crear el Museo que tanta falta hace. La consecuencia de no contar con esto, ha sido que muchas piezas históricas de tecnología primaria de la industria del petróleo, desaparecieron entregándose como chatarra.

Hoy no sólo sigue allí abandonada la antigua infraestructura que tiene categoría de "Edificio Histórico", con tal mala suerte que ante el abandono está convertido en refugio de elementos del mal vivir, viciosos, vividores fomentadores de lacras sociales . No es una exageración y con responsabilidad lo precisamos para que se tomen las medidas correctivas, al caer las horas de la noche se convierte en nido de meretrices, y drogadictos.

Es decir en lugar de fomentar un bien, un valor en beneficio ciudadano, es zona enemiga de las buenas costumbres. Dejamos plena constancia que la ubicación del edificio está en camino a las instalaciones de Petroperú, a escasos 150 metros de su entrada principal, puerta por donde ingresan trabajadores, visitantes, turistas, delegaciones universitarias que vienen a vincularse con la industria petrolera.

Para que la Ciudad de Talara cumpla con tener un crecimiento simétrico, sus autoridades que tienen el rol de planificar su diseño geométrico-social, su deber es establecer un replanteamiento moderno de su arquitectura. Esta ciudad considerada como la Capital Petrolera del País, no puede darse el lujo de tener lunares de atraso, aposentos de penurias como el que mencionamos. Máximo si en su seno, radica la familia Petroperú.