lunes, 10 de junio de 2013

EL SOMBRERO DE PAJA: PATRIMONIO CULTURAL DE LA NACIÓN
 
 
Un gran acontecimiento para la Región Piura y especialmente para el distrito de Catacaos, que nos ha sorprendido gratamente, es la Declaración de Patrimonio Cultural de la Nación del Sombrero de Paja de Catacaos como Patrimonio Cultural de la Nación que acaba de producirse en virtud de la Resolución N° 0033-2013-VMPCIC-MC expedida por el Ministerio de Cultura.

 Es un reconocimiento nacional a este producto artesanal de nuestros tejedores que desde hace muchos años tienen la sacrificada actividad de producir estos hermosos y finos sombreros para protegernos del ardiente sol en los valles calientes del norte peruano. La gestión realizada por el Gobierno Regional Piura ante el M.C. es la culminación de un viejo anhelo del pueblo piurano para que se reconozca al sombrero de paja toquilla -que se teje en Catacaos y los pueblos aledaños- como una contribución de esta tierra a la vestimenta de hombres y mujeres no solo de Perú, sino del mundo entero. No debemos olvidar que el sombrero de Catacaos fue muy apreciado desde siglos atrás por su textura y su diseño, al punto de haberse transformado en un artículo de exportación. Debemos este aporte a los tejedores nativos que supieron recoger las enseñanzas de los españoles y desarrollar la producción con una técnica propia que se ha logrado conservar hasta nuestros días. La finura de su calidad lo volvió una prenda muy apreciada por los agricultores en primer lugar y por los ciudadanos todos en este afán de protegerse del ardiente sol durante las horas del día. Aunque su uso decayó en algún momento pero ahora, ante los peligros para la salud humana que causa la radiación solar, poco a poco, está volviendo otra vez a ser un artículo de primera necesidad.
 
Es muy probable que dentro de pocos años, en toda esta zona ecuatorial de nuestra América, nos veamos obligados a usarlo de forma cotidiana como lo hicieron nuestros abuelos. Lo cual será una extraordinaria forma de evitar enfermedades peligrosas y revivir una hermosa costumbre. En el texto de la Resolución Viceministerial que estamos comentando, las autoridades del Ministerio de Cultura hacen una reseña histórica del Sombrero de Paja toquilla de Catacaos, remontándose a los primeros años a los años de la Conquista, cuando los europeos trajeron a América el uso de esta prenda para cubrirse la cabeza y describe cómo los naturales de estas tierras del Nuevo Mundo adoptaron la fabricación artesanal como una ocupación laboral que se ha ido transmitiendo de generación en generación. En la zona costera el sombrero tuvo que ser confeccionado con paja, por ser un material fresco. En algunos lugares como en Panamá, Ecuador y el Perú la producción de sombreros alcanzó altas cotas en calidad y belleza. De manera particular este sombrero nuestro, de las tejedoras de Catacaos, tiene unas características que lo hacen original. Poco a poco el oficio de tejedor de sombreros fue asumido generalmente por las mujeres.
 
Expresión de ello es que encontramos, en nuestros pequeños poblados del Bajo Piura, a estas infatigables mujeres sentadas en la misma tierra manejando con extraordinaria técnica y delicada habilidad las fibras de la paja toquilla, del junco o de la palma. Para lograr este reconocimiento oficial se ha tenido que realizar una profunda investigación antropológica e histórica que fue encargada, por el presidente regional, Javier Atkins Lerggios, a los estudiosos peruanos Pedro Chuquipoma y Diana Aguirre, quienes se dedicaron a seguir la huella, en la Historia, de esta prenda de vestir desde los lejanos tiempos de la colonización española de estas tierras; además de hurgar en las raíces de esta actividad artesanal en los valles costeros de lo que hoy es la región Piura, buscando todas las técnicas empleadas para su elaboración y los materiales empleados. Al final resultó un interesante estudio sobre el Sombrero de Paja de Catacaos que hoy orgullosamente todos los piuranos celebramos con esta declaración magnífica del reconocimiento -como Patrimonio Cultural de la Nación- que ha de permitir el logro de asistencia financiera para los artesanos de los valles del Bajo Piura para que su actividad ocupacional no desaparezca, sino que sea legalmente protegida y oficialmente estimulada que, al final, eso es lo que nos interesa a todos. Cabe destacar también que la Fundación Romero, tan vinculada a la empresa artesanal de la fabricación de sombreros en la Heroica Villa, se ha interesado en prestar su apoyo decidido a las mujeres tejedoras que son ejemplo de trabajo y dedicación vital y también para la promoción de estos bellos sombreros que salen de sus manos.

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