viernes, 15 de noviembre de 2013

VICTORIA PÍRRICA PRO CVR.
 
Fiel a su estilo propagandístico totalitario, la izquierda caviar y sus tontos útiles presentaron su victoria pírrica de la disolución del grupo de derechos humanos, que buscaba encabezar la legisladora fujimorista Martha Chávez, como si fuera una gran victoria de trascendencia internacional. Ciegos como están, en este su nuevo fundamentalismo, no se dan cuenta que el último debate sobre las lecturas y usos de la temática de los derechos humanos ha creado un parteaguas, es decir un antes y un después en la opinión pública. Una obra humana como es el informe final de la CVR, que trataban de ponerla en un altar sagrado, como hecho por dioses intocables, se desacralizó en apenas una semana de debate y ya nada volverá a ser igual para ese derechohumanismo intolerante que ha llegado a su límite. En adelante ya no sumarán sino solo restarán adeptos.

Poco a poco quedará atrás ese intento de la intelectualidad “progre” de pretender imponernos aquel informe de la CVR como el programa máximo y mínimo del desarrollo ulterior de la sociedad peruana. Años atrás, una de sus panegiristas, la antropóloga feminista Kimberly Theidon, sostuvo que “una meta de las Comisiones de la Verdad es construir nuevas narrativas de la nación que sean más inclusivas de las experiencias de los grupos que han sido históricamente marginados. Desde esta óptica, la idea es suplantar ?subraya Theidon? la ‘memoria oficial’ por la ‘memoria popular’” o la memoria de lo que ellos llaman la “sociedad civil”, que no son otros, amigos lectores, que ellos mismos.

Si la “progresía” quiere imponer esa memoria, incluso a través de museos de la memoria, ahora está bien notificada que más de medio país no lo acepta sino la rechaza. Ahora esa opinión pública ya sabe, o por lo menos intuye, que en ese trabajo de la CVR hay gato encerrado, sobre todo en los gastos millonarios, porque además es inconcebible que la victoria militar conseguida sobre los terroristas se haya trocado en derrota política para la nación, el Estado y sus Fuerzas Armadas, como se prueba en el hecho de que cada cierto tiempo el Perú ha tenido que estar indemnizando con miles y miles de dólares a los terroristas que han recurrido en manada a la CIDH.

Es más, con su fracasada sacralización pretendían imponer en la conciencia colectiva de la nación que el llamado “conflicto armado interno” que vivió el país desde los años ’80 ha sido “el más violento de la historia de la República”, más incluso que la guerra con Chile, lo cual no es cierto, como ya señalamos en edición anterior. Y para su actividad persecutoria, a la experiencia peruana le buscan similitudes más que forzadas con el holocausto nazi, lo cual es más falso aún.

El Perú debe entonces estar advertido sobre el derechohumanismo fanático, incluido sobre lo que quieren hacer en nuestro sistema educativo, donde presidentes regionales radicales, como Gregorio Santos en Cajamarca, o el mismo titular en la región Junín, Vladimir Cerrón, han venido propiciando que capítulos de ese informe de la CVR sean parte de la currícula escolar. ¿Qué les pasa, señores? Hasta donde se sabe, ese informe no es vinculante sino que es sesgado, por lo que los padres de familia deben estar atentos a lo que se enseña a nuestros hijos. That is the question. Estemos atentos.

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