COMO DECÍAMOS AYER.

Algo no huele bien, pero el tiempo y algún otro destape periodístico se encargarán de dilucidarlo. Mientras tanto, por undécima vez se habla de una reestructuración de la policía, de dar de baja a miles de agentes, de eliminar el 24 por 24, de desaparecer la corruptela de la institución, pero, al mismo tiempo, ratifican al director general de esa institución. El mandatario y el nuevo ministro Walter Albán le renuevan la confianza. ¿Quién entiende a quién? La ciudadanía quiere respuestas y no juegos políticos. El país demanda seguridad e instituciones tutelares respetables. El Perú merece no volver al pasado de asesores ‘diabólicos’.
El mensaje del presidente debe ser claro y oportuno, pero creo que estoy pidiendo demasiado. Como decíamos ayer (frase histórica de Fray Luis de León al volver de la cárcel), el premier tiene solo una oportunidad. La de ponerse los pantalones largos para gobernar eliminando todo vestigio de poder paralelo.
Eso sí puede ayudar a Ollanta Humala a terminar su mandato en Democracia y a los peruanos, a seguir creyendo en el futuro.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario