viernes, 22 de noviembre de 2013

LA PRIMERA PALABRA

Y EL NUEVO PREMIER VILLANUEVA TAMPOCO
 
 
Como todos sabemos por cultura elemental, cuando un nuevo equipo de ministros de gobierno, reestructura su estrategia, va al Congreso de la República a exponer lo nuevos lineamientos de la política que se va aplicar; todo el país, espera que se den anuncios de principales ajustes, reconsideración de los programas políticos-sociales, cambio de brújula, etc. 

Escuché al Premier Villanueva y, desarrolló un discurso muy conciliador, inteligente.  Demostró que si tiene méritos para el cargo mucho mas esperanzadores que sus antecesores.  Se notó el esfuerzo y aporte que hace un buen peruano cuando asume un cargo, una responsabilidad, que requiere de mucho talento viendo el desastroso actual panorama de cosas que afectan al Perú.

Todos los llamados, enfoques, respuestas a las difíciles contingencias de las demandas nacionales fueron lógicas, honestas y firmemente asumidas.  La mea culpa con los ofrecimiento de proceder a investigar, poniendo las cosas en su sitio, como dilucidar la impresión que mucho de la administración del Estado, estaría todavía afectada por la corrupción e influencia del Montesinismo.  En honor a la verdad, el Premier Villanueva, ha tenido el valor de asumir, a sabiendas que podría salir mellado con la gravedad de los problemas.

En relación al  replanteamiento de la gestión, retoma de los programas primigenios, resumen de lo ejecutado; es bastante positivo que los diagnósticos los haya efectuado un político diferente, que proviene de las canteras regionales y a todas luces, por su discurso, hombre de credibilidad.   En donde nos parece una paradoja gubernamental, es que nunca ningún personaje del Gobierno, incluyendo al mismo Presidente de la República, mencionen en absoluto el giro y destino del tema petrolero.

El Premier hizo un informe sobrio, convincente; asumió el pasivo de la gestión, reconoció errores, prometió enmiendas, pero nunca mencionó nada sobre política petrolera; enmudeció frente a la presencia cada vez mas lesiva de empresas petroleras en el noroeste peruano, las mismas que no respetaron el contenido de los Contratos que suscribieron con el Perú, nada sobre la ejecución del Proyecto Modernización Refinería Talara (PMRT).

Es muy sintomática la interpretación de esta realidad.  No sabemos cómo en los informes de un Gobierno, no exprese su parecer sobre una política fundamental de Estado.  ¿Cómo no se puede mencionar, ni decir nada sobre el sector que ofrece de su actividad el 75% de la energía que aplica y aprovecha el Perú?. ¿Cómo no emitir opinión sobre el desarrollo de una industria que en toda América Latina, los países petroleros, lo reservan para el manejo Estatal; menos el Perú?

Todos los gobiernos que expresan el respeto hacia sus gobernados, comienzan sus acciones desarrollando programas inspirados en la verdad de los acontecimientos.  Pudiera ser que en el criterio de la administración política del Presidente Ollanta, no fueran creyentes de cruzar el desierto con el desarrollo de una política petrolera de recupero de Lotes Petroleros, afianzamiento empresarial de Petroperú, ejecución del PMRT, y bajo sus responsabilidad prefiere que todo siga en manos de un statu-quo que es un menoscabo al Perú.

Pero, lo que no es justo, es no importar que se tire al tacho de la basura la inversión de 50 millones de dólares americanos que ha costado el financiamiento del PMRT.  No es de justicia la insensibilidad que se expresa al  no haber percibido el daño social al país con el proceso de privatización en el noroeste con las transnacionales petroleras a la cabeza.  No es justo, conforme se hace con el pueblo "Fonavista", mantener en una grosera mentira al Pueblo de Talara.  ¿Para quién se está gobernando?

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