martes, 18 de diciembre de 2012

P O L Í T I C A

 
Perú indignado con Álvaro Vargas Llosa
 
La congresista Lourdes Alcorta “propone” que el hijo del escritor se vaya a vivir a Chile. Embajador Luis Solari dice estar “estupefacto” por expresiones de Vargas Llosa y denunció campaña mediática de demolición ordenada por el gobierno chileno contra Perú.

 No tardaron mucho en reaccionar los embajadores peruanos tras conocerse el cuerpo de la carta abierta enviada por Álvaro Vargas Llosa a Torre Tagle donde afirma que Perú tiene “mínimas posibilidades” de obtener un triunfo en su reclamo por la delimitación marítima con Chile en la tesis de la línea equidistante.

 Fue el embajador y ex viceministro de Relaciones Exteriores, Luis Solari Tudela, quien dijo sentirse estupefacto por los dichos del hijo del laureado escritor Mario Vargas Llosa. Sostuvo que concluida la ronda de alegatos en el diferendo con Chile ante la Corte Internacional de La Haya se ha montado una campaña mediática de demolición ordenada por el gobierno de Sebastián Piñera contra la tesis expuesta por Perú.

“Estoy estupefacto. Esto es increíble”, alcanzó a decir el embajador Luis Solari, tras recordar que la exposición del equipo jurídico peruano fue tan contundente que Chile no ha podido exhibir prueba alguna de que existe un tratado limítrofe marítimo con el Perú.

“Es una lástima que esta campaña mediática la haya iniciado un compatriota nuestro”, enfatizó el ex vicecanciller.

 Agregó que después de lo leído en la carta de Vargas Llosa a Torre Tagle, el hijo del Premio Nobel de Literatura es partidario de la tesis de que se “puede inferir un tratado de límites” y eso no es posible. “La tesis jurídica no tiene nada que ver con la carta del señor Vargas Llosa. Su carta solo responde a una campaña mediática para demoler la posición del Perú, eso es todo. Incluso hay una visión sesgada de la historia, mostrando a los chilenos como “grandes civilizadores”. La verdad que esto es increíble”, acotó.

 Por su parte, el embajador Hugo de Zela evitó referirse directamente hacia lo escrito por Álvaro Vargas Llosa. Solo reiteró que las exposiciones peruanas en los alegatos en La Haya fueron de contundencia notable, al punto que no han podido afirmar los chilenos que haya alguna prueba escrita como tratado de acuerdo a los cánones internacionales. “Los acuerdos de 1952 y 1954 siguen siendo tomados como tratados por Chile, pero en la exposición en la Corte Internacional no han podido probar nada”, comentó a EXPRESO.

“Cada uno es dueño de sus expresiones y muy dueño de dónde las expone, asumiendo sus responsabilidades”, refirió De Zela en relación con la carta de Vargas Llosa que fue portada del diario chileno La Tercera, de conocida tendencia progobiernista del país del sur. Luego insistió que quienes opinen contra lo actuado por el Perú y su equipo jurídico ante la Corte de La Haya deberán asumir sus responsabilidades.

 El congresista Víctor Andrés García Belaunde tampoco ocultó su rechazo a lo proferido por el hijo del laureado escritor. Calificó de “desatinadas e inoportunas” las expresiones del periodista y que no tiene autoridad ni académica, ni política ni histórica para hacer ese tipo de comentarios. También reconoció que Vargas Llosa no es abogado ni mucho menos conoce de derecho internacional. “Él ha debido dar su opinión antes de presentada la demanda del Perú ante La Haya. […]. Está hostigando a destiempo, luego está opinando cuando el juicio oral acaba de terminar y entramos a una etapa de reflexión y de silencio”, añadió el legislador.
 
Una carta para el olvido
Los puntos abordados por Álvaro Vargas Llosa, que se estrenó como analista de litigios y diferendos limítrofes, los enmarcó al señalar que son mínimas las posibilidades de que el Perú triunfe en su reclamo por una delimitación marítima con Chile basada en una línea equidistante.

 Luego refiere que la tradición jurídica y política peruana se contrapone a la formación de los jueces de la Corte de La Haya, que dentro de unos meses dará su fallo final sobre la demanda peruana.

 Vargas Llosa subraya que si aplicamos esta tradición jurídica a los documentos clave del proceso de La Haya, entre ellos, la Declaración de Santiago de 1952 y el Convenio sobre Zona Especial Fronteriza Marítima de 1954, podemos concluir que, en efecto, no hay un tratado perfecto e integral, como lo hubiésemos hecho hoy, de delimitación marítima con Chile.

 Incluso se da la licencia de elucubrar que “los jueces de La Haya prestan más atención a cómo entendían los firmantes lo que firmaban, cómo actuaron esos gobiernos y los subsiguientes a partir de dichos documentos, y a cuál era el espíritu, además de la letra, de esos solemnes papeles, les será extraordinariamente difícil concluir que no se acordó nunca una frontera marítima”.

También demandó el hijo del premio Nobel de Literatura 2010, que “ha llegado la hora de que Torre Tagle dé un salto mental muy grande. El Perú tiene que poner su política exterior a la altura de su progreso económico y del mundo en que vivimos, que exige menos fronteras psicológicas y más imaginación. Una forma de hacerlo es acelerar la integración con nuestros vecinos”.
 
El dato

 Y pensar que en este Gobierno de Ollanta Humala una de las cartas para enrumbar los destinos de la Cancillería Peruana fue Álvaro Vargas Llosa. Al final desestimaron la opción, tal vez, porque vieron que el hijo del escribidor no daba la talla para tremendo encargo de la nación.

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