miércoles, 19 de diciembre de 2012

O P I N I Ó N

Esperando el fin
 
 
La espera del fin del mundo (a los fanáticos de lo esotérico no les arredra que los mayas no afirmaron jamás que el mundo se acababa el 21 de diciembre) va acompañada en el Perú por algunas esperas más prosaicas: los cambios en el gabinete y las medidas que se están cocinando en el Ejecutivo para lanzarlas aprovechando las fiestas, la evolución de la campaña de los marcoturbios por revocar a la alcaldesa Susana Villarán, el siguiente capítulo de la campaña de los fujimoristas por hacer triunfar la impunidad y liberar a su líder y que alguna vez el Parlamento cumpla con sus funciones.
 
La campaña contra los intentos de revocar a Villarán empieza a despegar con el respaldo de personalidades de muy diversos sectores a la alcaldesa y con la empresa informativa sobre las obras en ejecución. Según GfK, su popularidad ha llegado al 34%, hay una caída de 7 puntos a la intención de revocarla, cerca de 50% o más de los encuestados aprueba el empadronamiento de los taxistas, el proyecto Vía Parque Rímac, la recuperación de la Costa Verde, el reordenamiento del transporte, el desarrollo de parques y plazas y el traslado de los comerciantes de La Parada. Pero parece que aún no hay una espontánea identificación entre las obras –que se respaldan– y la responsable de que estas estén en ejecución. Los responsables de la campaña antirrevocatoria tendrán que trabajar en esto los próximos meses.
 
Hay significativos cambios en los temas que movilizan a la opinión pública. En primer lugar, la lucha entre la población de Cajamarca y la minera Yanacocha en torno al proyecto Conga ha pasado a la condición de conflicto de baja intensidad. En su momento provocó una gran crisis política, la caída de dos gabinetes ministeriales y un fuerte desgaste para el gobierno, pero cinco muertos, una represión extensiva, que combinó todos los métodos disponibles –incluida la violación de la Constitución al decidir que los detenidos fueran juzgados fuera de la jurisdicción legal que les correspondía–, no lograron quebrar una amplia y sostenida movilización popular.
 
Finalmente, la constatación de que el 80% de los cajamarquinos estaban contra Yanacocha obligó a suspender el proyecto. Yanacocha no ha renunciado a lograr su objetivo y prosigue con la construcción de los reservorios. Los campesinos de la región lo consideran una provocación y periódicamente denuncian la detención arbitraria de opositores de la minera en los alrededores de las lagunas, pero se ha entrado en un compás de espera. Puede romperlo Yanacocha, lo que podría beneficiar a Gregorio Santos, puesto que sus expectativas de convertirse en un candidato presidencial viable pasan por una visibilidad que le es esquiva, así que sale del ámbito de Conga.
 
El otro gran tema que ha ocupado los titulares durante el año fue la demanda de indulto para Alberto Fujimori. Inicialmente los fujimoristas jugaron la carta de movilizar la compasión por un anciano enfermo y desvalido, con fotos de estudio que Mario Testino habría aprobado y cuadros donde se buscaba crear la impresión de que Fujimori pedía perdón sin pedirlo, todo con el sello de Carlos Raffo. El intento no convenció y esa línea naufragó por falta de unidad en el comando, terminando con los familiares del reo deshaciéndose de Raffo de mala manera. Luego vino una agresiva campaña que no incidía más en las cuestiones médicas (donde perdieron en toda la línea) sino en las atribuciones monárquicas de Ollanta Humala, que bien podía otorgar el indulto si le daba la real gana. Sintomáticamente la campaña terminó tan abruptamente como había empezado luego de que directivos del JNE declararon que Nadine Heredia tenía el camino allanado para ser candidata presidencial el 2016, lo que suponía que no eran necesarios los votos fujimoristas para modificar la ley orgánica de elecciones.
 
El Parlamento no nombró, una vez más, al Defensor del Pueblo, a los miembros del Tribunal Constitucional y los integrantes del Banco Central de Reserva (BCR). Pero la Mesa Directiva aprobó con envidiable rapidez un aumento –que se presenta como incremento en la asignación por función congresal pero está exonerado del pago de impuestos y de la rendición de cuentas–, cuyo monto ascendería a S/. 15.234 adicionales, libres de impuestos, y que empezaría a regir el próximo mes.
 
Así se hace patria.
 
 
 
 
Jefe de Estado exige a congresistas justificar aumento de gastos de representación
 
 
Asimismo, pidió a los Poderes del Estado una mayor coordinación y unidad para velar por los intereses del pueblo y así poder cumplir con las metas que se han trazado.
 
El presidente de la República, Ollanta Humala, aseguró hoy martes que es necesario que el Congreso de la República justifique el aumento de gastos de representación aprobado hace poco.
 
"Yo espero que se justifique bien este aumento que han hecho los congresistas y que los juzgue el pueblo, por lo pronto en el Ejecutivo no hemos hecho ningún aumento", indicó.
 
Tras participar en el encendido de luces del árbol de Navidad en la Plaza de Armas, Humala precisó que el Parlamento debería hacerse una autocrítica sobre "lo bueno y lo malo que están haciendo" durante su gestión este año.
 
"La ciudadanía espera del Congreso de la República espera la fiscalización y la representación, y que las leyes que se den sean leyes que benefician a todos. Y esperemos que de una vez nos envíen todas esas leyes que se han aprobado para promulgarlas, no esperemos hasta el próximo año", manifestó

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