E D I T O R I A L

 

CINCO AÑOS SIN UNIVERSIDADES

 

El Congreso de la República del Perú ha promulgado una ley que establece no atender ni aprobar pedidos de creación de nuevas Universidades en ningún lugar del territorio nacional en los próximos cinco años. Decisión indudablemente muy discutible, contradictoria, a saber que en otros países crear nuevos instrumentos de enseñanza superior, repercute en crecimiento y consolidación como nación.

 

Los Pueblos del Perú, indistintamente que tengan o no universidad, -algunos tienen mas de una - desconocen la propuesta, el tipo de estudio e investigación que ha motivado en el "Primer Poder del Estado" la disposición de absurda medida. Decisión como aquella de mucha gravitancia, lo mínimo que debería haber decidido previamente es una gran consulta a la sociedad civil, colegios profesionales y otros organismos, que pudieran aportar opiniones puntuales y saludables.

 

Nosotros creemos desde todo punto de vista sociológico, que cada quien aplica las leyes que le corresponden, las realidades sociales no son coincidentes, por tanto, los espacios y tiempos históricos no configuran igualdad, ni se someten a una misma olla común. Consecuentemente, si otras naciones siguen creando mas universidades como factor de desarrollo, seguramente que nuestro cuerpo de congresistas, van a responder, que no tienen porque basarse en esa lección y deciden prohibir la creación de nuevas universidades en los próximos cinco años.

 

Se dice comúnmente, cada quien sabe como "mata sus pulgas", pero suprimir la creación de universidades, deviene en incongruencia, sabiendo que ellas, dentro de su principal rol constituyen el primer aporte de obligadas investigaciones de la realidad social, para posteriores leyes puntuales y necesarias al desarrollo. Si en determinada región, no existe universidad, ni la posibilidad de la misma en cinco año, resultará el mismo tiempo de posponerle negándole condición de competencia.

 

Una realidad, región, Departamento, Provincia del Perú, que por esta opinión obtusa del Congreso de la República, no tenga derecho a una Universidad, está siendo sentenciada a ser una ciudad de segunda categoría. Indiscutiblemente porque aquellas son las puertas de la cultura, establecen plus valía, es medición directa de las inversiones en proyectos de desarrollo.

 

Seguimos diciendo que el Perú desconoce la motivación que ha primado en la promulgación de la medida atentatoria a la libre determinación de los pueblos, desconociendo el Proceso de regionalización-descentralización que se opera en el país. Primero ha debido operarse un estudio y una ley que regule la presencia de ellas conectada a su prioridad y consiguientemente que operen de acuerdo a la importancia de la realidad social.

 

Existen por ejemplo algunas capitales de departamento o regiones, que por ostentar esa condición dentro de una historia virreinal y desfasada, tienen de 3 a mas universidades que no coligen, no vinculan su realidad social a la presencia de ellas. Es el caso de la centralista ciudad de Piura, cuya universidad principal, funciona con programa de estudios como :pesquería, minería, petroleo (...), potencialidades académicas que se justifican en otras provincias pero sin reconocerles el derecho, evidenciando desencuentros, con los objetivos básicos del país.

 

Negarle a los pueblos que tienen todas las condiciones a contar con una UNIVERSIDAD, es una medida atentatoria a su legítimo derecho. En el caso especial de la Provincia Petrolera de Talara que tiene formidables expectativa de inversiones, como el Proyecto de Modernización de su REFINERIA que se esá ejecutando, el impacto de aquellas, contraerá restriccón, retrazo, malestar social, parálisis, por no ser CIUDAD CON CAPACIDAD Y REALIDAD UNIVERSITARIA.

 

Talara como otras importantes realidades del Perú, van a tener que sentarse en el 'banco de la espera' cinco años para tentar derecho a ubicar las posibilidades que planteamos. Debe advertirse que los instrumentos de enseñanza superior en cualquier lugar del mundo, representan e integran la pirámide del desarrollo. Las universidades en todo el mundo, menos para los congresistas del Perú, constituyen la herramienta en la ponderación de ciudades competitivas e innovadoras.