viernes, 8 de marzo de 2013

O P I N I Ó N

Chávez y el chavismo

Sinesio López JiménezAmado por los de abajo y odiado por los de arriba como todo caudillo carismático que busca el cambio y la trascendencia. Chávez era un hombre apasionado que vivió la política con intensidad. Tenía una gran voluntad política y buscaba con tenacidad realizar los sueños de la independencia y la unidad de América Latina y de lo que él llamaba el socialismo del siglo XXI más allá de las fronteras de Venezuela. Quería ser un líder latinoamericano. Buscó incidirtambién en la política mundial. No se inclinó ni se achicó ante ningún poderoso del mundo.

Era un político confrontacional que cultivó con esmero una concepción schmittiana de la política poblada por amigos y enemigos. De convicciones profundas, temperamental y exagerado,  no distinguía los matices ni aceptaba las medias tintas. Chávez ya pasó, sin duda, a la historia como él deseaba con vehemencia. Será siempre un hombre controvertido. Hay, por lo menos, dos temas que se discuten y se discutirán en los medios académicos y políticos a propósito de los gobiernos de Chávez: la democracia y el modelo económico.

Para la mayoría de los venezolanos, los gobiernos de Chávez eran una democracia; para los medios, especialmente para los extranjeros, Chávez era un dictador. ¿Qué eran realmente los gobiernos de Chávez? Ciertamente no eran una democracia liberal al estilo uruguayo, chileno o costarricense. Pero tampoco eran una dictadura como califican los monopolios u oligopolios mediáticos a todos los gobiernos que se les oponen. Una dictadura es un régimen cerrado que no se abre a los derechos de los ciudadanos, al juego de poderes y a la competencia política. Chávez, por el contrario, compitió en varios procesos electorales, solo perdió uno y siempre se sometió al veredicto de las urnas.

Quizá el asunto más censurable es la voluntad de perpetuarse en el poder, previos cambios de la Constitución venezolana. Las reelecciones indefinidas constituyen un camino seguro a la dictadura y a la corrupción. La alternancia en el poder hace parte esencial de la salud de la democracia. Steven Levitsky llama a los regímenes chavistas (también a los fujimoristas y a otros similares) autoritarismos competitivos que se abren a la competencia electoral, pero tienden a concentrar el poder en el Ejecutivo sin controles.

Los cambios mayores promovidos por Chávez se realizaron, sin embargo, en el campo económico y social: incremento de la participación y del control del Estado en la economía, nacionalización de empresas estratégicas, manejo centralizado de la hacienda pública, anclaje subsidiado de los precios de los alimentos y de las medicinas, distribución del ingreso a través de políticas sociales agresivas, reducción sustantiva de la desigualdad económica. Para hacer viable este modelo y para combatir sin concesiones al modelo neoliberal organizó las fuerzas políticas, sociales y mediáticas necesarias y les dio un cauce institucional. El populismo económico y el reeleccionismo indefinido definen lo que se llama el chavismo en AL, diferente a la izquierda moderada que administra con pequeños ajustes el modelo neoliberal.

¿Qué se viene en Venezuela después de la muerte de Chávez? Probablemente una transición política y económica con tensiones internas y externas, pero gradual con una presencia del chavismo para rato.
 
 

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