ANIVERSARIO CON VACANCIA DE LA PRIMERA AUTORIDAD MUNICIPAL.
No debe constituir un hecho muy feliz y complaciente que una ciudad, una demarcación política de singular presencia, encare una fecha de ANIVERSARIO, afectada con un proceso de vacancia del cargo en contra de su primera autoridad municipal.
Ese tránsito en democracia fracturada, ofrece una lectura no muy halagüeña, panorama de un pueblo que se movilice sin cuestionamientos, ni dificultades tras su bienestar en todo orden de cosas. Suponer que una comunidad como la Provincia de Talara, o de cualquier otra, conviva en total armonía, consagrada en el cumplimiento de sus objetivos sociales, exige superar este estado de desavenencias.
Lamentablemente, esa coyuntura no se ofrece en la provincia petrolera mas importante del Perú. La primera autoridad que representa al Gobierno Local, viene premunida de 3 pedidos de vacancia respaldados por el grueso de la ciudadanía. Ese respaldo a permanentes pedidos de desafuero, agrava la situación complicando el devenir de un destino con menoscabo de todas las opciones sociales.
Todo lo advertido hasta aquí, no es la única causa que empaña el contenido de un Aniversario amplio, justo, merecido, para la provincia que contiene y produce los hidrocarburos. Para tan mala suerte, que a las irregularidades de gobernabilidad atribuidos al señor alcalde con los pedidos de vacancia, se suma, la incapacidad del equipo de gobierno para esbozar con todo sentido de eficacia, un programa digno que resalte la importancia histórica de esta Provincia.
Ya tan solo con la paz social interrumpida entre vecinos y autoridad, es suficiente argumento para observar el desmoronamiento de cualquier esfuerzo que se pretenda establecer buscando superar la coyuntura. Esta aciaga situación viene sumiendo en desgracia el trabajo paralizado, interrumpido por esos infinitos desacuerdos. La respuesta magra, es que el programa de efemérides no encarna, no atrae, no interesa, a la población desaprovechando oportunidades para buscar eficaces entendimientos.
El panorama social descrito se viene convirtiendo en el principal factor que viene complicando el desarrollo necesario, oportuno, urgente, que retrasa social e históricamente a Talara. Ningún otro pueblo aquí en el Perú, menos en otras latitudes, se dan ese lujo en desaprovechar el tiempo y oportunidades. Esas razones hacen que Talara no sea escuchada, y por ende desatendida en todas sus demandas que la afligen y que no son pocas.
Muchas veces a los descrito, a la desgracia e incomprensión de los pueblos, se suman las desacertadas leyes y organismos que nos gobiernan. Es el caso del Jurado Nacional de Elecciones, quien con mayor sabiduría y sentido de justicia, debería abordar las demandas cortando para que aquellas sean causas de conflictos que enfrentan a la sociedad Peruana. Este máximo organismo electoral del Perú, sin duda alguna que al no advertir que se trata de una autoridad convertida en la 'manzana de la discordia', con sabiduría jurídica, debe resolver cortando el mal por lo sano.
Ahora entonces comprenderemos por la intrascendencia, el desánimo, la escasa participación del pueblo petrolero en una programa de Aniversario, que se agrava por no ser participativo con el correspondiente gesto de la autoridad anfitriona. Sería muy sensible que para este fin de semana que coincide con las fechas centrales de la mancillada fiesta, el Jurado Nacional de Elecciones, reconectándose con su verdadero rol, rectifique la resolución 0085-JNE-2013, errada, desproporcionada, oprobiosa y, determine en el recurso extraordinario interpuesto por el pueblo solicitante, la verdadera respuesta que exigen las circunstancias legales y jurídicas.
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