lunes, 18 de marzo de 2013

M U N D O

Acusaciones son falsas

El juez que investigó al papa Francisco confirmó que las imputaciones por supuestamente haber entregado a dos curas a la junta militar de la última dictadura argentina son “totalmente falsas”. 

“Es totalmente falso decir que Jorge Bergoglio entregó a esos sacerdotes. Lo analizamos, escuchamos esa versión, vimos las evidencias y entendimos que su actuación no tuvo implicancias jurídicas en estos casos. Si no, lo hubiésemos denunciado”, afirmó el juez Germán Castelli en declaraciones que publicó ayer el diario La Nación. 

Castelli firmó junto a sus colegas Daniel Obligado y Ricardo Farías, los tres integrantes entonces del Tribunal Oral Federal Nro. 5, el fallo que condenó a ex represores por los secuestros de los jesuitas Orlando Yorio y Francisco Jalics en 1976. Bergoglio declaró durante cuatro horas como testigo en ese juicio. 

“No es un cruce de opiniones. No da para la controversia. Ya hay un fallo judicial”, aseveró Castelli, hoy juez de un Tribunal Federal de la localidad bonaerense de San Martín. 

“Le dimos la oportunidad a la versión contra Begoglio, la escuchamos, vimos las constancias y llegamos a la conclusión de que los sacerdotes desafiaron con mucha valentía a sus superiores, para seguir actuando frente a un régimen ciego, sangriento que no reconocía a quién se ponía en su camino, sean jueces, abogados, curas o cualquier trabajador”, precisó Castelli. 

En el fallo firmado el 28 de diciembre del 2011, los jueces condenaron al almirante Oscar Montes, jerarca de la ex Escuela de Mecánica de la Armada, donde funcionó el principal centro clandestino de detención durante la dictadura que gobernó entre 1976 y 1983 en la Argentina. 

Impusieron además penas de prisión perpetua al ex marino Alfredo Astiz, Jorge Acosta, Antonio Pernías y Ricardo Cavallo, entre otros. 

En esta causa se investigaron violaciones a los derechos humanos de 86 víctimas, de las cuales 28 permanecen desaparecidas. 

En el interrogatorio al que se sometió el entonces cardenal argentino y arzobispo de Buenos Aires, “las preguntas fueron amplias y se lo escudriñó a fondo”. 

“Fuimos conscientes de la importancia que tenía este testimonio para los acusadores particulares. Y fue un gran acierto, desde el punto de vista republicano y visto ahora a la distancia, dado que Bergoglio es ahora el papa”, señaló el magistrado. 

“No juzgamos si Bergoglio pudo haber sido más o menos valiente. La pregunta es si entregó a los sacerdotes o no. Y coincidimos en que no hubo razones para que lo denunciáramos”, coincidieron los jueces del tribunal. 

“La reacción eclesiástica, reflejada en diversas gestiones realizadas tanto por los superiores de la orden a la que pertenecían los religiosos como por otras autoridades de la Iglesia católica, persuadieron acerca de la liberación de los secuestrados al régimen imperante”, sostiene el fallo. 

El dato

En 1976, Bergoglio era el superior provincial de los jesuitas en la Argentina y los curas secuestrados –que fueron liberados meses después– pertenecían a su orden. Jalics declaró el viernes se “reconcilió” con Bergoglio. El otro cura secuestrado, Yorio, murió en el 2000. 

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