miércoles, 20 de marzo de 2013

E D I T O R I A L

LA INCULTURA EN MEDIOS RADIALES

La incultura que se oficia en muchos medios radiales del país con mayor incidencia en los últimos tiempos, no es un hecho réprobo nuevo.  Aunque se producía en casos aislados, sin embargo, no dejó de provocar censura ciudadana: la presentación, el lenguaje, la replana usada en muchos programas cainitas.


Particularmente, en la ciudad de Trujillo, un locutor al frente de un programa de noticias: agitaba, atacaba la intimidad de personas, principalmente autoridades; por todas partes jaloneaba como un lenguaraz.  Su audacia como crimen que siempre paga, lo llevó a purgar condena por una gama de delitos en la Cárcel El Milagro. 


Se ha podido establecer, luego de efectuar un seguimiento de la naturaleza agresiva, excesivamente criticona, atrevida, en el desarrollo de los contenidos mencionados y, llegamos a la conclusión, que la metodológica utilizada, no viene a ser mas que una mascarilla cuyo verdadero propósito es presionar a la autoridad corrupta buscando participar de los dividendos del festín.

 

El nefasto itinerario, llevó en la medida del tiempo a reclutar mas impávidos como advenedizos convidados, quienes sin mayor requisitos, menos impedimentos, han ido poblando paulatinamente el universo radial. Los empresarios propietarios, no ejercen el control que exige los considerandos de la Licencia otorgada por el Ministerio respectivo. 


Lo preocupante es admitir que a la falta de verdaderos filtros de control que no tiene, ni ejerce el Ministerio de Transportes y Comunicaciones, elementos sin título de ninguna clase, gobiernan el espectro radial y, sin tomar en cuenta los parámetros culturales que exige el otorgamiento de la Licencia legal, se convierten fácilmente en los expositores de la mas pura vulgaridad. 

 

La población de la ciudad de Talara, por este insólito caso, se encuentra alarmada; los expositores de marras como verdaderas aves de rapiña, no solo han convertido las 'Radios' en verdaderos circos de gladiadores disputando poderes, territorios, entre ellos mismos.  Utilizando ilícitas conductas, estropeadoras del Código Ético respectivo, se reclaman vivos recaudadores de coimas procreadas de campañas chantajistas, presiones, reglajes, (...). 


Lo grave de esta realidad viene a ser que las empresas radiales, no se toman la molestia de solicitar los créditos a los concesionarios de programas noticiosos, con esta verificación de ninguna manera sería necesario establecer controles ni censuras previas a las libertades de expresión y de opinión. Los credenciales evidenciados, serían los testimonios que garanticen el profesionalismo de los inquilinos de Radio.


Elementos de uno y otro sexo, sin tener los requisitos mínimos de profesionalismo, violentan fácilmente los rigores de la Licencia de Radio, otorgada expresamente para acrecentar la cultura y, divulgar la imagen del Pais.  Los pugilatos, las disputas, el atropello al idioma, la insolencia se constituyen en el "Pan de Cada Día".


Licencia que no se cumpla por la irrestricta defensa del verdadero oficio de las Radios del Perú, deben revocarse de modo ipso facto.

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