viernes, 26 de abril de 2013

E D I T O R I A L

LA COMPRA DE REFINERÍA LA PAMPILLA

 
Al fin, el país (clase política) se acordó de poner en la orden del día, la temática del sector petrolero.  Sucede que en el Perú, de todo discutimos, situaciones sin criterio se ponen en debate.  Los principales espacios de la Televisión Peruana que destacan el desarrollo de la política nacional, se pasan el tiempo sin considerar prioridades de la agenda nacional.
 

Nos da la impresión, que no se trata de un olvido involuntario en ninguno de lo quehaceres de lo poderes de Estado.  Todo lo contrario, la percepción que tenemos es que es tan fuerte la influencia de la inversión privada que establece, no un respeto, se administra un temor, sometimiento, condescendencia.  Todo esto, protegido bajo el argumento que la inversión y su clima, son prioritarias al desarrollo nacional.
 

Sacamos esta inequívoca conclusión, específicamente en el hecho que estando vigente la Ley 28840 que garantiza el "Fortalecimiento de Petroperú, tanto en el Ejecutivo como Legislativo, es desatendida.  ¿Cómo vamos los peruanos a saber si es seguro el Fortalecimiento de la Primera Empresa Nacional, si no, se pone en agenda la decisión previa del regreso de los Lotes petroleros?. 
 

 
Por ello, resulta importante que haya surgido el caso de la Venta de Refinería La Pampilla de propiedad de La Empresa Española Repsol.  La actual coyuntura, sirve para clarificar las verdaderas intenciones del Ejecutivo en torno al tema petrolero.  Indudablemente que el Fortalecimiento de Petroperú que incluye la ejecución del Proyecto Modernización Refinería Talara, va asociado con la decisión que se tome frente al caso La Pampilla.
 

 
Al respecto, las decisiones se encuentran divididas. Los que se rasgan las vestiduras asegurando que no debemos regresar al estado Empresarial, no pierden el tiempo señalando errores, fracasos, mala experiencia como administradores de sus empresas (...).  En aquel sector se incluyen advenedizos personajes políticos, neófitos conocedores de la política petrolera.  La Constitución de Estado, en el Espíritu de la Ley de Fortalecimiento de PETROPERU, otorga competencias no limitadas que lleven a desarrollar a esta EMPRESA.
 

En el sector que recomienda la compra de La Pampilla, incluyendo ya casi de seguro, la decisión del Ejecutivo, se argumenta que la operación es necesaria para proteger la elevación de los precio de los combustibles y rescatarlos de un exclusivo régimen de monopolio privado. Esto está claro, si no lo compra el Estado Peruano, el otro candidato es CHILE (ENAP-Primax).
 

Aclarando en algo la situación.  Que el Perú compre la Pampilla y fomente el fortalecimiento de Petroperú, no significa regresar al estatismo del pretérito.  Hay que entender que todos los estados petroleros sudamericanos, vienen asumiendo su rol de manejar su política petrolera: Brasil, Colombia, Chile, Venezuela, Ecuador.  De cualquier manera, ninguno de esos países, altera la aplicación de la Libre Economía de Mercado.  El tema petrolera, es la excepción, amén de otras exitosas inversiones de Estado, acogiéndose a la condición de subsidiaridad de la Ley.
 

 
Definitivamente no hay que decir que el Estado Peruano es un mal administrador cuando en materia petrolera, la naturaleza de la actividad asegura toda clase de rentabilidad.  El PERÚ, no regresa al pasado ni va directo a un Estado Empresarial, cuando como todo otro país petrolero del globo, maneja y no privatiza una actividad segura, eficiente, competitiva.
 

Si se decide que REFINERÍA PAMPILLA, incluyendo la venta de grifos y estaciones, las compre Chile, será PRIMAX, quién se convierta en la reguladora en los precios de los combustibles, se le otorgaría ventaja en menoscabo del Petroperú. CHILE, se convertirá en dueña del mercado por sus productos que son mas limpios y que hoy por hoy, se acogen a la exigencia de integrar 50 partes de azufre por millón.
 

Si el Perú no compra Refinería La Pampilla, con grifos y estaciones, no solo, es el caso que le estaría cediendo el mercado de los combustibles a Chile, estará desprotegiendo a Petroperú, y en esas condiciones la convertiremos en una crónica de muerte anunciada. Que la compra sería como el caso: 'que la lavada resultaría mas cara que la camisa', eso es otra cosa.  Ahi, debe estar de por medio, la eficiencia negociadora del Estado.

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