miércoles, 13 de febrero de 2013

POR: RICHARD KINBOLL

D E S D E    M I    E S Q U I N A
 
 
PASÓ, Y NO PASÓ NADA CON UN NUEVO FERIADO LARGO
 
 
Creo no ser el primero ni el único en afirmar esto. Plumas libres ajenas al Ejecutivo, preguntan: Dónde está el beneficio?. Paralizar la economía de un país emergente por 5 días, en mas que un pecadillo, es un atentado contra la población mayoritaria que trabaja duro para llevar un Pan Nuestro, en el día a día.
 

 
Qué peruano? de la gran mayoría que percibe salarios de supervivencia, puede, dándole gusto al Gobierno, realizar turismo yendo desde el extremo norte al sur peruano, y viceversa. Es que esa mayoría de peruanos, no tenemos capacidad de ahorro contribuyendo con el mal llamado turismo.
 

Leí a un correcto escritor peruano que definía a los "Feriados Largos", como la prerrogativa de los burócratas de los Ministerios, de la actividad pública del Estado, para que paseen o descansen, y de ese modo todo el aparato permanezca ocioso.
 

Y esto no es ninguna versión infame. Es que no tiene sentido que el sistema establezca una demanda por intermedio de un feriado largo, concitando en paridad una oferta en el mercado, que masacra la economía del pueblo mas pobre. 
 

Miremos nomás a nuestra población andina que acogiéndose a esto, deciden viajar desde Lima a Huancayo y otras poblaciones, y se topan que la gran oferta, son pasajes impuestos a la enésima potencia. En todo lugar: pasajes, alimentos, servicios, canjeados por un ojo de la cara.

 
 
En lugar que de cierto los peruanos con los feriados largos apoyemos la expansión de la actividad turística, expandimos el ocio, hacemos mas notoria y dramática la pobreza. Calculemos 5 días de inactividad productiva multiplicándola por 20 millones de peruanos.. y responderemos: ¡que ganga la de los peruanos!
 

 
En la copiosa realidad, el único turismo que se robustece en el feriado largo, es el referido a las cantinas, discotecas, con sus correspondientes repercusiones del incremento del alcoholismo, la drogadicción, el derroche a las precarias economías.
 

Ante esta absurda realidad, los peruanos nos preguntamos ¿Quién inventó este adefesio?. Cómo podrá un habitante de Tacna o de otro pueblo del sur Peruano, venir hasta el norte a visitar los Baños del Inca en Cajamarca; o viceversa, un conciudadano de Tumbes ir hasta Machu Picchu? Es posibles, claro que sí, pero en que proporción los peruanos podemos realizar ese gran esfuerzo?.
 

Los titulares de los Ministerios de Turismo y Economía deberían emitir un informe balance para que la población peruana pueda apreciar dónde y por dónde viene el gran beneficio. Claro, mientras Arequipa se remojaba en un diluvio, el PRESIDENTE DEL PERÚ, fue hacer turismo a la ANTÁRTIDA; otros ministros, congresistas, militares fueron a "descansar" a EE.UU; la diferencia, con dineros, avión, pasajes y todo pagado por el Estado, así quien no?
 
 

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