jueves, 21 de febrero de 2013

A C T U A L I D A D

Qué tan riesgosos son los meteoritos

 

Al menos así quedó en evidencia el pasado 15 de febrero cuando explotó uno en la atmósfera en la vertical de los Montes Urales, en Rusia, y que dejó un millar de heridos por efecto de la tremenda onda expansiva que desencadenó en su caída.Los especialistas afirman que todos los años se reportan avistamientos de meteoritos más o menos cercanos.

Parece un fenómeno de ciencia ficción, ¿verdad?, pero hay un considerable número de cráteres de impacto en la tierra con diámetros que pueden ser vistos desde satélites y es probable que la activa geología terrestre haya borrado muchos más.

Un detalle importante que algunos, muy apurados en informar, olvidaron señalar con claridad es la diferencia entre un meteoro y un meteorito.
 
Se denomina meteorito al fragmento que impacta sobre la superficie de la Tierra. En cambio, meteoro es la roca que llega a nuestro planeta procedente del espacio y se desintegra o explota durante su penetración en la atmósfera.

Según los registros de la American Meteor Society en lo que va de 2013 se ha registrado alrededor de 420 avistamientos en Norteamérica, un interesante registro en el que puede localizarse las trayectorias seguidas por los meteoros en esta zona del planeta.

Con respecto a los meteoritos, según algunos estudios, en una superficie de 300,000 kilómetros cuadrados caerían en un año unos 17 meteoritos de un peso inferior a 100 gramos, 3 que rondarían el kilogramo y uno cada dos o tres años que superan los 10 kilogramos de peso. Hay que destacar la extraordinaria potencia con la que estos cuerpos celestes ingresan en la Tierra.

Esto puede explicarse debido a su gran velocidad y masa que en combinación se traduce en una energía cinética colosal.
 
La energía cinética no es aquella que posee un cuerpo debido a la consistencia de su masa y su movimiento.

Se calcula que, dependiendo del diámetro del meteorito y su velocidad, podría liberar tanta energía como un terremoto terrestre o la erupción o las grandes erupciones volcánicas que se han producido en el planeta.
 
La energía cinética de un meteorito puede ser tan grande que al impactar bruscamente en el suelo provocaría su fragmentación violenta, como si se tratara de una explosión.

Los investigadores consideran que es más probable morir en un accidente provocado por unos fuegos artificiales que por el impacto de un meteorito, como también existe la misma probabilidad de morir en un parque de diversiones.
 
Nos estamos refiriendo, claro está, a cálculo de probabilidades teniendo en cuenta las estadísticas acumuladas hasta el momento.

El último evento, en los Urales, dejó en evidencia que la tecnología actual no permite divisar con suficiente antelación a cuerpos celestes pequeños como para que su brillo, cuando refleja la luz del sol, delate su presencia y advierta de su llegada. La tecnología actual sólo permite detectarlos cuando alcanzan un tamaño de 100 metros y 1 kilómetro de extensión.

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