martes, 26 de febrero de 2013

E D I T O R I A L


TALARA EMPLAZA AL JURADO NACIONAL DE ELECCIONES


Las experiencias enseñan las fallas y deficiencias que tienen los procedimientos de gobierno en la estructura del Estado Peruano.  Ellas, nos advierten por las enmiendas que debemos adoptar para que nuestras políticas se adecuen al tiempo y, no se tengan que aplicar sistemas que siendo obsoletos resultan dañinos a la vida nacional.
 

Fundamental que en el aparato del Estado Peruano, exista un mecanismo encargado de chequear de modo sistemático que nuestra leyes, organismos de gobierno, incluyendo a los mismos poderes de Estado, no pierdan el paso y se asimilen a los rigores de políticas modernas, eficientes, productivos.
 

Un Estado que no se actualiza, se dinamiza, que no avanza, que se queda anclado en el pasado, no es funcional, y por ende no habla en el mismo idioma, no desarrolla las misma velocidades que llevan las mayoría de países, con quienes tiene que intercambiar relaciones, convenir tratados, convivir dentro de sistemas productivos que nos permitan competir en términos y relaciones equitativas.
 

En todo lo mencionado relativo al Estado Peruano, existen deficiencias que hacen lento y perjudican el desarrollo nacional. Para comenzar el Ejecutivo, Legislativo, Judicial, Contraloría, Procuraduría, Jurado Nacional de Elecciones (JNE), Tribunal Constitucional, Defensoría del Pueblo y otros, presentan una estructura cuestionable que no satisface, no conjuga, el andar de la Nación.
 

El enjambre del Estado presenta enormes fallas, forados, deficiencias.  Un caso especial que demanda con urgencia revisar, es lo relativo al JNE. quien establece dentro de su ley Orgánica, que sus conclusiones, resoluciones, tienen el carácter de inapelables.  Quiere decir como se comprueba que a ese Jurado, el Estado de Derecho, le concede  la facultad de legislar permitiendo al error, el sello de inapelable, permite el fallo provocado, unilateral, arbitrario.
 

La experiencia acumulada, como los cuestionamientos, demandan permanentemente sobre resultados emitidos por ese organismo, que no se ajustaron a derecho, en desmedro a la justicia de pueblos, autoridades y ciudadanías.  Desde todos los norte del territorio nacional, en los últimos tiempos se han venido demandando por resoluciones absurdas, unilaterales, no concordantes con la realidad. 
 

Lamentablemente por lo que opinamos en el presente comentario, una vez cometido el error o, la parcialización, nada se  puede hacer.  Y esto, permite que los pueblos se sigan gobernando con autoridades cuestionadas, pertenecientes al mundo de la corrupción, pero que sus amistades e influencias con el sistema, les permite seguir manejando los hilos de los gobiernos, en detrimento de la legalidad y la justicia.
 

Mucho de ello ocurre con el Gobierno Municipal de Talara presidido por le médico Rogelio Trelles Saavedra, llevado 2 veces ante el Jurado Nacional de Elecciones pidiendo su vacancia con resultados que defraudaron el derecho ciudadano.  Y un tercer pedido cuya resolución no tiene cuando publicarse.  ¿Quién podría poner un freno, corregir a un Jurado que trasgrede el espíritu de la Constitución de Estado?.
 

Este temperamento ha dado lugar la exasperación de la población petrolera de Talara, que en diferentes formas y protestas viene mostrando su contrariedad por la actitud displicente de un Jurado que no sabe advertir el daño social que se agrega al existente,  por el retardo de una resolución que desdice  y menoscaba una auténtica función que no debe expresar abusos de autoridad y de función.

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