lunes, 7 de enero de 2013

P I U R A

La Independencia de Piura


La formación de la conciencia de patria es el resultado de un proceso en el que confluyen diferentes factores, nadie amanece patriota de un instante al otro, y como lo publiqué oportunamente en 1994, en mi "INDEPENDENCIA DE PIURA", se puede verificar que, en este espacio del extremo norte peruano, el espíritu de patria fue creciendo y fortaleciéndose poco a poco.

A fines de 1820, la situación política y social enfrentaba a muchas familias en el virreinato peruano, y en Piura se vivía una situación parecida, porque entre las mismas familias se habían formado bandos irreconciliables, esta situación reflejaba lo que ocurría en toda América, porque ya la idea separatista era indetenible. Este estado de las cosas se relacionaba fuertemente con el impacto que produjo la lectura de la Constitución de Cádiz de 1812, que impregnada por un reformismo liberal, multiplicó entre los mestizos, criollos e indígenas del Perú, el sentimiento de patria.

La sociedad americana estamental, fue conmovida al proclamarse la igualdad de derechos que beneficiaban a los indígenas, con la supresión del tributo y de la mita, un verdadero torbellino social azotó al mundo americano, y Piura no fue la excepción. El afán separatista, en cuyo universo no contaba la opinión pública de las mujeres y de los negros, era un asunto bastante notorio, frente a la minoría civil realista, y a las fuerzas militares afincadas en Piura.

Después que San Martín llegó al Perú en setiembre de 1820, una serie de manifestaciones a favor de la independencia, expresaban que la voluntad general de los pueblos estaba por la separación política de la metrópoli española, y a esas expresiones de los pueblos del sur, siguieron los de los pueblos del norte que declaraban su deseo de independencia, con la adhesión de sus vecindarios. Lambayeque y Trujillo protagonizaron unas de las páginas más emocionantes de estos deseos de ruptura, y sus autoridades, conociendo la opinión de los patriotas piuranos, los instaron a manifestar públicamente sus deseos, sin embargo ya los piuranos habían tomado una decisión, y no fue necesaria la invitación que trajeron los portapliegos desde la ciudad de Trujillo.

El 4 de enero de 1821, día de la proclamación de la independencia de Piura, confluyeron en este proceso, diferentes proyectos, el de los criollos, que buscaban la supremacía en la conducción del nuevo Perú, y el andino o indígena que buscaba la restitución del poder a los antiguos peruanos. La independencia de Piura, según Miguel Maticorena Estrada, es típicamente criolla, pero con presencia indígena y popular. Después del movimiento del 4 de enero, con la figura central de Miguel Gerónimo Seminario y Jaime, se ve la presencia indígena en la proclamación que se hizo en Sechura, Catacaos, Sullana, Tumbes, Paita, y Huancabamba, entre otros lugares. En cada sitio también se rescata la presencia del estamento popular.

Desde la noche del 3 de enero, el estamento popular trabajó calladamente, y exponiéndose a las represalias de los realistas, lográndose toda la presencia posible de los piuranos, en el cabildo abierto que se anunciaba para el día siguiente, y para eso fueron visitando a todos los que junto a ellos también esa noche entusiasmaron a más patriotas para asistir al cabildo, pese a las amenazas manifiestas y encubiertas de los realistas.

El 4, el pueblo comenzó a congregarse en el templo de San Francisco, contra la costumbre, también hubo mujeres en esta manifestación pública de civismo. Al cabildo asistieron las autoridades españolas, que no pudieron evitar que los soldados concurrieran como parte del pueblo, y que antes de lo imaginado se identificaran públicamente con la causa de la independencia. En medio de tantos debates y discusiones, se tomó en cuenta la voz del pueblo, que ya había ganado la voluntad de los soldados para que públicamente manifestaran que estaban en ese lugar como ciudadanos y no como soldados. Así, el 4 de enero se proclamó la independencia de Piura, que fue jurada el 6 de enero, día de Reyes.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario