miércoles, 30 de enero de 2013

E D I T O R I A L

TALARA AFECTADA POR LA DISCORDIA
 
Desde el inicio de la presente administración municipal en la ciudad de Talara, gestión presidida por el médico Trelles Saavedra, la ciudadanía encara permanentes conflictos, profundos desentendimientos que la perjudican en no poder establecer los lineamientos de una ciudad saludable que se desarrolle sobre la paz de vecinos y autoridades.
 
El meollo de los desencuentros sin lugar a dudas, se debe a que la población eligió erróneamente a la persona que desempeña el cargo de presidente del Gobierno Local. Ya en cinco oportunidades anteriores la intuición de los electores balotearon al médico Trelles Saavedra en su intención de asumir tan elevada responsabilidad. Esa percepción anterior que fué dejada de lado en esta última oportunidad, hoy corre el velo de una personalidad no apta para desempeñar el cargo.
 
La existencia de una personalidad con visos de autoritarismo, despótica, despectiva, han procreado una relación muy conflictiva con lo vecinos. El autoritarismo impuesto ha dado lugar que en el curso de apenas dos años, se hayan presentado ante el JNE. tres pedidos de vacancia por actos irregulares de gestión. Por otro lado, se encuentra casi concluido un proceso de recolección de firmas para sustentar un pedido de revocatoria.
 
A ello se suma permanentes denuncias de interpósitas personas, instituciones, gremios vecinales, por ejecución de obras que rebasan las exigencias de los reglamentos de construcción de obras públicas y de la misma Ley Orgánica de Municipalidades. Se menciona la ejecución de obras sobrevaloradas, sin la presencia de asesores de supervisión externa que controlen la calidad y ejecución de las mismas.
 
Todas estas inconductas que se concentran en exceso de autoritarismo, han dividido a la población petrolera provocando un insuperable estado de conflicto que no permite avanzar como ciudad y por ende que se colmen las aspiraciones sociales que requiere el desarrollo de esta importante provincial industrial.
 
No exageramos al decir que por estos desencuentros, Talara está socialmente paralizada, no se impulsa sobre la base de un proyecto factible de desarrollo. La ausencia de un proyecto ejecutable en el plazo mediático, ha interferido un justo desarrollo sustentable, generando un crecimiento desordenado, sin metas, asimétrico. Se aprecia muy claramente en una eclosión demográfica y poblacional, que califica a la ciudad como un gigantesco Asentamiento Humano.
 
No se aprecia criterios coherentes, capacidades, trabajo de equipo. El resultado de todo ello, es el autoritarismo, la actitud dictatorial en el manejo de la cosa municipal. La incapacidad se aprecia en el descontrol de ingresos de dineros del Canon petrolero, que en los dos años han superado la cifra de los 120 millones de soles, pero no se traducen en las obras productivas que exige la Ley.
 
La discordia que se aprecia por todo lado, ha llevado al extremo que por incomodar el trabajo fiscalizador del primer regidor Arq. Jacinto Timana Galecio, un pleno de regidores adicto a la gestión cuestionada, no han escatimado de afectarlo con una vacancia que ha removido los cimientos de toda la población, que reprueba y califica en esta decisión un acto vicioso, antidemocrático, vejatorio a los derechos de la indicada autoridad. Por todos estos incidentes sociales, Talara se encuentra sin brújula, se advierte un desgobierno, todo muy peligroso al desarrollo poblacional.

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