viernes, 11 de enero de 2013

N A C I O N A L

DESARROLLO SIN CONFLICTOS.

 
El desarrollo rural es el arma más eficaz para generar empleo, llevar mejor calidad de vida a los sectores más pobres y prevenir los conflictos sociales, cuyas causas se han venido acumulando en el transcurso de nuestra vida republicana.
No se trata solamente de impulsar el desarrollo del campo con obras sociales urgentes para evitar dichos conflictos, sino que éstos quedarán de lado y no tendrán razón de ser, cuando la población acceda a las oportunidades que nunca tuvo para contar con puestos de trabajo, incorporarse a la producción y contar son servicios básicos incluyendo una educación de calidad y atención de salud.

El ministro de Energía y Minas, Jorge Merino Tafur, ha subrayado nuevamente que el desarrollo rural es la llave maestra para impulsar las políticas de inclusión social, de modo que el país crezca homogéneamente, con equidad y sin las grandes desigualdades que aún existen entre peruanos.

Y en esa gran tarea, que tendrá la primera prioridad durante 2013, de acuerdo a lo señalado por el presidente de la República, Ollanta Humala Tasso, el ministro Merino ha destacado el papel fundamental que compete a los gobiernos regionales y locales de todo el territorio nacional.

Se trata, en efecto, de ejecutar las obras que los pueblos que viven en pobreza necesitan con mayor urgencia y la participación activa y articulada de las autoridades regionales y municipales, ya que ellos conocen en su exacta dimensión los problemas de cada jurisdicción y las necesidades de cada localidad para impulsar el desarrollo, dialogar permanentemente para canalizar la participación de la población y adelantarse con desarrollo a los conflictos sociales.

En realidad, no se trata de empezar recién ahora esta tarea, en el curso de 2012 se ha logrado importantes avances en la lucha contra la pobreza, con inversiones a favor de los más pobres, con programas sociales que tienen una nueva visión productiva e inclusiva. Ahora tenemos que consolidar y reforzar ese camino.

En el campo de la minería extractiva, por ejemplo, se ha tenido positivos resultados obtenidos con el diálogo transparente con la población involucrada y los inversionistas que ahora tienen que asumir su responsabilidad ambiental y social, traducida en obras concretas en beneficio de la comunidad. Tal es el caso de Quellaveco, en Moquegua.

Otro tanto está sucediendo en Las Bambas, Apurímac, y se tiene proyecciones de la venida de importantes capitales para el desarrollo sostenido de ese sector estratégico para la economía nacional y el desarrollo regional.

"Bajo ese contexto, la inversión es bienvenida, se está demostrando que esa es la receta para evitar los conflictos, porque nos estamos adelantando con el desarrollo", ha manifestado el titular del MEM.

El modelo Quellaveco consiste en instalar mesas de desarrollo para que, conjuntamente, el gobierno nacional, regional y las municipalidades se sumen a la participación "de abajo hacia arriba" de las comunidades, y se ponga atención a la construcción de carreteras, servicios de luz, agua y apoyo a la agricultura.
 
Por otro lado, está la decisión de invertir más en programas sociales y obras de infraestructura que permitan impulsar el desarrollo en las zonas más pobres y marginadas.

Como ya lo hemos expresado anteriormente, esta es la agenda prioritaria del Gobierno para 2013 y, ahora más que nunca se necesita del esfuerzo conjunto de todos los niveles de gobierno (nacional, regional y municipal), así como del sector empresarial privado.

"El modelo Quellaveco consiste en instalar mesas de desarrollo para que, conjuntamente, el gobierno nacional, regional y las municipalidades se sumen a la participación 'de abajo hacia arriba' de las comunidades, y se ponga atención a las construcción de carreteras, servicios de luz, agua y apoyo a la agricultura."
 

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