VIGILARÁN A COLEGIOS PARA PREVENIR COBROS INDEBIDOS

 

La Contraloría General de la República y el fiscal de la Nación, José Antonio Peláez Bardales, anunciaron acciones concretas para defender los intereses de los padres de familia en el proceso de matrícula del año escolar 2013.

Mientras que la Contraloría General de la República vigilará que se cumpla la gratuidad de la matrícula en las escuelas públicas y verificará las condiciones de infraestructura de los colegios, los fiscales de prevención del delito realizarán visitas de supervisión en distintos colegios del país para prever o denunciar la práctica de cobros indebidos.

En un comunicado, la Contraloría señaló a las autoridades del Gobierno nacional, regional y local están en la obligación de garantizar un adecuado proceso de matrícula, inicio y desarrollo del año escolar.

El organismo también recordó a los padres de familia que la matrícula escolar es gratuita y no está sujeta al pago previo de cuota a la Asociación de Padres de Familia (Apafa) u otros conceptos o requisitos como evaluaciones para el ingreso al nivel inicial o primer grado de primaria. Tampoco se debe condicionar la matrícula a la compra de útiles escolares, materiales, textos o uniformes, anotó.

 

Prevención

 

Por su parte, Peláez Bardales ha dispuesto que los presidentes de las juntas de fiscales superiores de los 32 distritos fiscales a nivel nacional, a través de los fiscales de prevención del delito, realicen visitas de supervisión a las distintas instituciones educativas de sus jurisdicciones, en resguardo de los derechos ciudadanos y de los intereses públicos.

 

Textos podrán ser reutilizados

 

Los textos escolares ya no serán desechables y podrán ser usados por las siguientes generaciones de alumnos, merced a la ley que protege a los consumidores de las prácticas abusivas, recordó la Cámara Peruana del Libro (CPL).

Al respecto, el presidente del capítulo de textos escolares de la CPL, Félix Murillo, precisó que, de ahora en adelante, los textos escolares ya no podrán ser pintados ni rayados ni escribir sobre ellos como ocurría en años anteriores.

"Se busca que el libro no sea un elemento de generación de ganancias, sino un instrumento didáctico que ayude a la familia", refirió Murillo.