Es una historia que comienza a volverse tediosa y no tenemos la fuerza ni el valor de pararla. Todo empezó con la aparición en 1990 de un "chinito" con su tractor que ofrecía: Trabajo-Educación-Tecnología; este escurridizo personaje, hoy nos tiene en jaque, ha logrado imponer extraños procedimientos, abusos, excesos...y hasta existen muchos peruanos que lo avalan diciendo que nos salvó de fenómeno exterminador del Senderismo.
La historia macabra del personaje que llegó al poder y de ese modo convertirse en el dictador mas siniestro que gobernó el Perú, se inicia con un inquietante letrerito que decía "cambio 90. Aquel señor, japonés de pura sepa, no esperó mucho, y un 05 de abril de 1992, se dio un auto-golpe de Estado afectando la democracia y provocando el cierre del Congreso Peruano.
En un segundo espúrio capítulo de sus ambiciosos métodos, ya con un congreso afín a sus propósitos, derogó la Constitución Haya-Latorriana de 1979, y como si fuera esta una tela de camisa, se mandó hacer otra a su talla y medida que rige actualmente al Perú desde 1993. Es la misma ante la cual se negó a jurar el actual Presidente Humala, en un acto de pura pantomima, pues la aplica y la obedece en su mas puro contenido neoliberal.
Luego de estos sorprendentes actos que pusieron nocaut a la democracia, instala un co-gobierno con la "SALITA del SIN" otorgando cabida al todopoderoso Vladimiro Montesinos. Desde aquel bunker, se empezó a desmontar el Estado de Derecho, se destituyeron a jueces y magistrados del Poder Judicial, se reformó al TC, los principales diarios nacionales y empresas de TV. fueron intervenidas.
Eso no fue todo, el Perú comenzó a dar anuncios ante el mundo de ser País-narco, los hijos del samurai: Fujimori-Higuchi, luego de ser una familia misia, fueron a educarse para ser los futuros gobernantes de la Nación, a las mejores Universidades de USA. Hoy comienzan a interpretar su papel: kenyi es congresista de la República y Keiko candidata presidencial.
Al no soportar mas la democracia, la farsa del chinito y encontrándose en vilo su dictadura, por los fraudes eleccionarios y su vocación de eternizarse en el poder, un buen día dijo que se iba a una conferencia internacional, pero no dijo por qué se llevaba grandes maletas llenas de oro y dinero, siendo que desde el Japón, con un simple papelito nos devolvía la Presidencia del Perú.
Desde el país del Sol, comenzó en articular su regreso, el mismo que lo hizo en el año 2005 vía CHILE, siendo que entregado por el vecino país a la justicia Peruana, hoy purga una primera condena de 25 años de prisión. Previo a esto, para escapar, poniendo ya en juego su maquiavélico teatro, postuló para el Senado de Japón buscando la impunidad a sus delitos de lesa humanidad.
La historia venidera todos la conocemos. La famosa "tecnología" que ofertó, muy pronto se ha convertido en la tecnología del personaje maniaco con el valor agregado del "trabajo" que le da al Estado de Derecho, al fingir que su salud se encuentra en extrema gravedad, demandando indultos humanitarios, prisión domiciliaria, dando órdenes y gritando en los hospitales donde permanentemente da rienda suelta de su conducta siniestra.
Ante esta descabellada y ridícula historia, la institucionalidad del país, está sometida, la democracia con respeto al sistema jurídico, se encuentra muy pasible y complaciente. Siendo un delincuente condenado, emplaza, impone, desafía desde las redes sociales; el Congreso es incapaz poner orden y exigir respeto. Por todas estas razones y muchas mas, apreciamos que ALBERTO FUJIMORI, ES LA PIEDRA EN EL ZAPATO DEL PERÚ.
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