lunes, 14 de octubre de 2013

E D I T O R I A L

ALGO SOBRE ESTADO  

 
Es necesario ahora cuando en la vida nacional ocurren tantas cosas que nos confunden y, hasta, nos llevan a poner en tela de juicio la eficiencia del mismo Estado; creo, no hace daño volcar la mirada, -comprobando- si de verdad en nuestra nación, no tenemos un ESTADO EFICIENTE, y, que mas bien tenga cualidades de francotirador a los fines y objetivos del país como organización jurídica, de derecho, soberana y competitiva.

Tanto la historia, el panorama, que ofrecen : las políticas públicas, como la observación ciudadana, expresan desde un buen tiempo que algo muy malo ocurre con el ESTADO PERUANO.  El mismo no se percibe ni se siente conforme a su definición.  En una porcentaje preocupante en los pueblos peruanos, deploramos por su precariedad, inexistencia e inaplicabilidad.

Según su mismo concepto, ESTADO, implica organización ciudadana con personería en todos los extremos, capacidad, vigencia de instituciones que sean verdaderas islas de eficiencia.  ESTADO, que exprese crecimiento, robustez, soberanía.  No se puede admitir  que existan estados aparentes, estados que su organización y mando se haya corrido traslado a otros estados o, imperialismos económicos extraños, que lo reemplacen en su función.

Es importante revisar e introducir las reformas básicas y fundamentales, hoy antes de avanzar en el tiempo viviendo engañados.  El Estado Peruano no debe ceder, no debe ser suplantado, debe demostrar y ejercer su función.  Decir que debe estar conformado por poderes, Instituciones, organismos que sean verdadera islas de eficiencia, recuerda y devolverá su verdadera personería al frente de la nación.

Esta última apreciación hay que ponerla al frente del manejo de los recursos y riqueza nacional.  El Estado por requisito sine-quanon, debe estar allí.  Si nuestros minerales, petróleo y otros recursos, se entregan sin reserva alguna al manejo de fuerzas económicas extrañas, entonces se genera un vacío de la cualidad primordial del ESTADO.

Esto demandamos ahora, cuando el Gobierno de turno en el manejo petrolero y otros recursos, no reserva la función que le asiste al Estado.  El ESTADO PERUANO, como tal, para que se exista debe demostrarse, es quien marca el rol de sus políticas públicas, evidencia soberanía, titularidad; y, todo lo que se ejecute dentro de su territorio, debe responder a las leyes y constitución de Estado aplicando la seguridad jurídica para el PERÚ y no al contrario.

En cualquier otra latitud, los Estados crecen, no restringen su función.  El Estado es tutelar de su vida política y social.  Aquellos que se han abierto al convencimiento del liberalismo económico empresarial,  han incurrido en la herejía de limitar su existencia convirtiéndose en Estados amorfos, sin presencia ni futuro.  Han regresado al Estado de colonias políticas.

Esta incongruencia, le reprocha el pueblo de Talara al actual presidente Ollanta Humala por su manejo ambiguo frente a una auténtica política petrolera.  El retraso, la renuencia de iniciar el PMRT, expresa la anulación del Estado en materia del recurso petrolero.  Si el Ejecutivo, no recupera los Lotes petroleros de Talara, si no opera el resarcimiento de Petroperú, si no se pone al frente del destino de sus recursos de hidrocarburos, está renunciando en esa materia, a ejercer soberanía y, en consecuencia, acción contraria en detrimento del concepto ESTADO.

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