viernes, 16 de diciembre de 2011

 
O  P  I  N  I  Ó  N

 
EL PROBLEMA DE LA AUSENCIA DEL ESTADO


Las recientes noticias del temprano cambio del primer Consejo de Ministros y los problemas al interior del país, nos trae a la memoria la película de animación Cars, que nos narra la aventura de un auto de competencias de Nascar, que en un pueblito perdido conocido como Radiador Springs, aprende que la vida es algo mas importante que ganar premios de latón

Mas allá de la historia y desde el punto de vista de las instituciones políticas, en Radiador Springs podemos observar la presencia de un policía, un juez, un fiscal, su alcalde, y los ciudadanos que, como jurado, están preocupados por el orden de su comunidad.  En el Estado Peruano, en cambio, a mas de ochocientos metros de altura, sabemos que no se aprecia una institucionalidad similar; su autoridad mengua en las alturas o en zonas de dificil acceso por la geografía, un problema latente a pocos años del bicentenario.

Las películas de animación nos muestran una realidad que es vital para la conducción de la democracia y sus instituciones.  El gobierno nacional cede competencias a favor de las regiones pero, pero lejos de ejercerlas con responsabilidad, se ha perdido la autoridad, el orden y la seguridad jurídica.  Conga es un claro ejemplo que la construcción de un estado descentralizado que funcione dependerá del modo de resolver los conflictos sociales; de lo contrario, el mapa político del pais quedará dividido, fraccionado en diferentes grupos de presión que impedirán el progreso, bienestar y prosperidad, frente a un estado incapaz.

la ley y reglamentos sobre la consulta previa terminarán siendo instrumentos políticos sinó están acompañados  de la vigencia del principio del Estado de Derecho.  Siguiendo con la misma política de animación, recordemos que Rayo Mac Gueen, El protagonista de Cars, se ve obligado en cumplir una pena de trabajo comunitario reparando la pista, que estropeó involuntariamente a su llegada al pueblo y que los ciudadanos le exigieron que estuviera bien acabada para dar por cumplida su sanción.

De eso se trata, de sancionar a los infractores, de exigir las responsabilidades a las autoridades elegidas, y de elaborar leyes que, en definición de Tomás de Aquino, sean "la ordenación de la razón, dada para el bien común, y aprobadas por la autoridad competente".  Hacer cumplir el derecho y las sentencias judiciales.

Autor: Carlos Hakansson Nieto
Decano de Derecho Universidad de Piura.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario