jueves, 27 de marzo de 2014

PALABRA DEL DIRECTOR.


HAY QUE BUSCAR UN PADRINO QUE ADOPTE AL ESTADIO "CAMPEONÍSIMO"


Le hemos dado vuelta al asunto llegando a la conclusión que no podrá ser de otra manera.  Ese organismo llamado: INSTITUTO PERUANO DEL DEPORTE (IPD), es un bonito retrato colgado en la pared, que no reviste esperanzas. Por último, ni admitiendo la realidad que tenga dinero, podemos invertir en la ilusión que se animen en mejorar las condiciones del primer coso deportivo de la gran Talara.

Lamentablemente, así se desplaza la realidad deportiva del Perú.  El IPD, y sus integrantes son un mecanismo inerte, sirven sólo para la foto y nada mas. Por esta pésima concepción al Perú, nunca se le podrá confiar la realización de grandes eventos deportivos internacionales , tipo el Mundial de Fútbol, como lo realizará en los próximos meses Brasil. Olimpiadas y otros eventos similares, se reservan como una utopía para el Perú.

Es que no existe talento en quienes manejan y estructuran la política del deporte peruano.  De no serlo así, y todo se hicieron por evaluación, estadísticas, meritocracia, prioridades, hace mucho tiempo hubieran establecido un cronograma de construcciones de infraestructura deportiva, tomando en cuenta las grandes potencialidades existentes en provincias.  De haberse cumplido con este rol, seguramente Talara hacía mucho tiempo que debíó tener un excelente, cómodo, moderno Estadio para competencia del fútbol profesional.

Todo es una paradoja; la realidad deportiva del Perú lamentablemente es esto.  Miremos, existen realidades pobres, poco talentosas en fútbol, y el IPD les ha construido monumentales estadios.  Seguramente, creyeron de modo erróneo que bajo esa mentalidad iban a provocar el desarrollo fútbolístico de Perú.  Echando una mirada a la realidad, el fútbol peruano es -hoy por hoy-, el último en la orbita Sudamericana.

Equipos potencialmente menos productivos participan en la esfera de la primera del fútbol profesional peruano, mientras que plazas con potencialidad demostrada -caso Talara- sigue relegada por esto, y por la mafia que rigue al futbol peruano.  Por ejemplo en el campeonato de segunda profesional del año 2013, el representante talareño Torino, a escasas 3 fechas de finalizar el certamen, era el favorito, pero árbitros, cálculos, dinero, coimas, conveniencias, se impusieron y lo trajeron abajo.

Y esto, que las "pitas" que amarran al Campeonísimo (Como lo dijo Fujimori por la Refinería), fueron tejidas con esfuerzo local: Municipalidad, Petroperú y otros.  El Estadio Campeonísimo, a quien hacemos referencia, tiene las tribunas norte y sur con apenas tres gradas cada una;  y, costruidas por Petroperú hace exactamente 40 años.  De allí para adelante somos la vergüenza de Estadio en el Perú, a pesar que TALARA participó por seis campeonatos en el fútbol rentado.

A la misma dirigencia en tránsito de Atlético Torino no parece interesarle el caso.  Su esfuerzo se reduce  a manejar las taquillas de la segunda profesional que deja el crédito petrolero, ir a la sabandija  repartición, y punto.  Nadie ha podido comprobar que se haya promovido una movilización de esfuerzos a méritos de buscar una solución que le de paridad y competitividad al Estadio Campeonísimo.

Entonces hay que buscar la solución con esfuerzo propio, se necesita la mas elevadad responsabilidad que logre engarzar la presencia de muchos esfuerzos privados del medio, establecer un patronato, con la municipalidad de Talara a la cabeza y, de esa úníca forma, constituir una empresa que "Adopte" la propuesta de mejorar la condiciones del Campeonísimo.  NO EXISTE OTRA FORMA.

PD:  Para salvar la crítica de la experta Martha Hildebrandt, "Campeonísimo" viene de una expresión producto del entusiasmo de un periodista talareño.  No hay que aplicar las reglas del Habla Culta y de la Real Academia del Idioma.

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