jueves, 6 de marzo de 2014

PALABRA DEL DIRECTOR

UNA MUERTE EN EL ESTADIO

Después  de casi 36 meses la justicia del Perú dicta el veredicto final sobre la muerte de Walter Oyarte.  Un hecho lamentable ocurrido en un "clásico del fútbol peruano", en el Estadio José Díaz de Lima.
 
La sentencia reconoce a los personajes : El loco David y al cholo Payet como los responsables mayores . siendo que deberán permanecer privados de su libertad por el término de 35 años.  Anteriormente a este infausto acontecimiento, se produjo  en 1969 en una eliminación  entre las representaciones de Perú y Argentina, una matanza en el mismo Estadio que dejó como saldo  centenares de muertos. 
 
En toda estas dos historias y muchas mas registradas dentro y fuera del escenario deportivo, se eleva una enseñanza que proviene  de las opiniones vertidas por el padre de la víctima señor Oyarte. Talvez, sean sus declaraciones a manera de un epílogo  ejemplar, lo mas importante,  del caso en la muerte de Walter Oyarte.
 
La grandeza de espíritu  se patentiza en el señor Oyarte, cuando luego de conocer la sentencia judicial dice: "Yo he perdido un hijo, los victimarios también pierden, todos hemos perdido".   Agregó, "que esto sirva de ejemplo para dejar de hacer deporte con violencia, con pérdida de vidas"; reflexionemos  y pongamos fin  al fanatismo absurdo, a la locura.
 
Una gran lección; el Perú, la vida, ha perdido a un joven , un proyecto  de haber llegado a ser un gran profesional.  Talvez ha sido su vida  el costo para  llevar la pacificación a los estadios, para analizar los criterios equivocados.   De repente es necesario eliminar de la agenda la palabra "clásico" que es en esencia el vocablo responsable de estas VIRULENCIAS.
 
Con este final que no satisface a nadie, es necesario que el Estado Peruano, como promotor del deporte , no necesariamente llegue con la clase dirigencial a satisfacerse con los ingresos económicos  y, soslayen sus responsabilidades.    Es hora  de emitir soluciones  de grado susperior,  buscando poner fín a la violencia.  Nadie entiende como existiendo controles en las puertas de ingreso a estos escenarios, en su interior aparezcan feroces barras bravas dotadas con armamento de guerra.
 
Todo ello ha llevado a la consecuencia que dos jóvenes vayan a pasar casi el resto de sus vidas en la cárcel (35 años), y otro  número con similares condenas.  Por qué?  Qué responden a ello, las autoridades que dirigen el fútbol peruano?.  Cuál es el colofón, o esperaremos que dentro de otro tiempo, todos nos volvamos a ocupar  de las mismas desgracias.
 
Es hora de  acabar con aquella versión que el fútbol peruano es : MAFIA, DIRIGENTES LADRONES , SINVERGüENZAS, ÁRBITROS  CORRUPTOS, JUGADORES VENDIDOS, REGLAS  DE JUEGO QUE  AMPARAN A DIRECTIVOS VITALICIOS. 

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