martes, 9 de octubre de 2012

NACIONAL





Pomoreni, 6 de junio del 2012: El escurridizo y sanguinario "camarada Alipio", el número dos de la organización terrorista del valle de los ríos Apurímac, Ene y Mantaro (Vraem),  se has trasladado a la selva cusqueña para incrementar las acciones de sabotaje al transporte de gas de Camisea.

Hasta ahora se creía que el jefe de las operaciones senderistas en la provincia de La Convención, en el Cusco, era el "camarada Gabriel", Martín Quispe Palomino, el número cinco de la agrupación, quien incluso habló con la prensa el 15 de abril de este año.

Sin embargo, fotografías inéditas obtenidas por La República demuestran que el "camarada Alipio" es quien dirige las acciones terroristas en La Convención.

"Alipio" es considerado el "mando militar" de toda la agrupación senderista en el Vraem.

La verdadera identidad de "Alipio" es Orlando Borda Casafranca, y es paisano de Víctor Quispe Palomino, "camarada José", líder máximo del senderismo en el Vraem. Borda nació el 11 de enero de 1967, en San José de Secce, provincia de Huanta (Ayacucho). Tiene 45 años.

CÁMARA EN MANO

El 6 de junio de este año, a las nueve y treinta de la mañana, una columna de 15 terroristas irrumpió en el helipuerto de Pomoreni, a 20 kilómetros de Kepashiato. En Pomoreni aterrizan y despegan las aeronaves de las compañías que prestan servicios a los trabajadores de la empresa Transportadora de Gas del Perú (TgP), que desarrollan actividades de mantenimiento del gasoducto de Camisea.

En ese momento solo se encontraba un helicóptero de la firma Servicios Aéreos de Los Andes. Era un Bell 212. También había en el lugar 18 trabajadores que fueron retenidos y amenazados por los delincuentes.

Durante la permanencia de los intrusos, estos pintarrajearon la aeronave con consignas alusivas a la organización, a la que denominan Partido Comunista del Perú-Militarizado (PCP-M).

Mientras tanto, el "camarada Alipio" dirigió un discurso proselitista para justificar la incursión a Pomoreni.
"El problema no es con ustedes. Les vamos a respetar la vida. El problema es con la empresa de Camisea que no cumple con lo tratado", dijo el cabecilla.

"Alipio" se refería al supuesto compromiso de TgP de pagar "cupos de guerra" a los terroristas, después del secuestro de 36 trabajadores de la empresa Skanska, que presta servicios a la transportadora de gas. El hecho ocurrió el 9 de abril, en Kepashiato.

Según lo que dijo "Alipio" en esa ocasión, el plagio de los 36 trabajadores fue una represalia porque ni TgP ni las contratistas Skanska y Compañía Operadora de Gas del Amazonas (Coga) cumplían con supuestos pagos de "cupos de guerra".

Las empresas niegan haber abonado un centavo a los terroristas.

Terminada su alocución, "Alipio" entregó a uno de los pilotos un "pliego de reclamos", en el que demandan a las compañías operadoras de Camisea que cumplan con pagar "lo prometido".

A continuación, el "camarada Alipio", provisto de una cámara fotográfica, tomó imágenes de los trabajadores plagiados y del helicóptero.

Ese mismo helicóptero sería destruido con explosivos junto a otras dos aeronaves, el sábado último en el aeródromo de Kiteni.

Había otros dos terroristas que también fotografiaron las incidencias de la incursión.

Se observó que estaban provistos de fusiles Galil y Kalashnikov, así como de radios portátiles con las que constantemente se comunicaban para informarse sobre la eventual presencia de las fuerzas del orden.

Al largarse de Pomoreni, "Alipio" advirtió que las acciones de sabotaje se incrementarían si las compañías operadoras no cumplían con sus exigencias.

Lo cierto es que la agrupación senderista ha escalonado sus embestidas en Camisea y ha elevado la dureza de sus arremetidas. El 9 de abril plagió a 36 trabajadores en Kepashiato; el 6 de julio penetraron en un campo de trabajo de Pomoreni; y el 6 de octubre hicieron estallar tres aeronaves.

De acuerdo con documentos encontrados al "camarada William", Víctor Castro Ramírez –el número 4 de la organización, abatido en combate con las fuerzas del orden el 5 de setiembre de este año–, de enero a agosto los terroristas afirman haber cumplido una "exitosa campaña militar".

"ALIPIO" QUIERE PLATA

A partir del 1º setiembre, sostienen, han iniciado una "nueva campaña militar", con objetivos de mayor envergadura contra las fuerzas de seguridad y las empresas operadoras de Camisea. Dentro de esa "campaña" está comprendida la voladura de tres aeronaves.

Efectivamente, en una reciente comunicación escrita los senderistas anunciaron a las empresas operadoras que habían cambiado de actitud.

"Señores empresarios: Así   como ustedes quieren ser respetados, y son respetados por el pueblo peruano incluso con sus prepotencias, también el militarizado, justo y correcto Partido Comunista del Perú ha respetado íntegramente sus intereses y sus propiedades. De igual manera, el pueblo peruano merece respeto, el trabajo revolucionario del partido en esta zona de guerra merece respeto de parte de ustedes", señalan.

"Desde agosto del 2012, por la intransigencia de ustedes, la política del partido en relación a ustedes ha cambiado, y continuará así hasta que se concrete un diálogo para un entendimiento político, por lo que las acciones continuarán desarrollándose", expresaron los terroristas.

Y en el último ataque del 6 de octubre dejaron un panfleto en el que explicaban que la destrucción de tres helicópteros de dos compañías que transportan trabajadores de TgP y sus contratistas en la zona era la demostración de que se habían convertido en blanco de la "guerra popular".

"La lucha armada contra ustedes se da debido a su intransigencia frente a las propuestas planteadas por el partido. Las acciones militares continuarán hasta que lleguemos a un acuerdo", expresaron. Por "acuerdo" se entiende el pago de "cupos".

LA EMBOSCADA DE ANAPATI

El "camarada Alipio" dirigió la emboscada al helicóptero en el que viajaba el jefe del Departamento de Subversión del Servicio de Inteligencia Nacional (SIN), general EP (r) Eduardo Fournier Coronado, en Anapati (Satipo), el 2 de octubre de 1999.

Fournier había apresado al "camarada Raúl", Jorge Quispe Palomino, hermano del jefe máximo terrorista, "camarada José", Víctor Quispe Palomino. Por intermedio de "Raúl", Fournier intentó la rendición de "José, "Alipio" y el resto de la organización.

Fournier logró la realización de cuatro "mesas de diálogo" en Satipo.

En el quinto encuentro, supuestamente se iban a entregar los terroristas. En lugar de eso, "Alipio" preparó una emboscada en la que murieron 5 militares. Fournier se salvó. Fujimori ocultó las reuniones secretas.

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