viernes, 26 de octubre de 2012

E D I T O R I A L


 
MES DE OCTUBRE PLAGADO DE FUJIMORISMO
 
La historia del Indulto a Fujimori difundido con pasionismo casi en todos los sectores de la peruanidad, a tenido la ingrata realidad de competirle al Señor de los Milagros, figura estelar del mes de octubre en el Perú, y como muchos admiten, representa la procesión y devoción mas grande de la tierra.
 
De la forma como han manejado el tema los medios informativos del pais, resulta sintomático que un ex. presidente que purga condena por delitos múltiples, siendo los de mayor gravedad, los señalados como de lesa humanidad, haya tenido un protagonismo asombroso en el curso del presente mes de octubre 2012.
 
Nadie podrá afirmar, si la notoriedad absurda del planteamiento del indulto, puede ser causa de una estrategia bien ejecutada por la familia y allegados del ex. dictador; o será que el Gobierno, el mismo Presidente, con su escasa experiencia como tal, dió pié a que la solicitud del mismo, se inflara como globo de ensayo.
 
Lo real y concreto, cualquiera que fuera la conclusión de la Comisión que examinará y definirá si procede o nó el indulto, el resultado puede establecer en el Perú una bipolaridad en las opiniones de los peruanos, que de muchas formas pueden determinar una carga negativa que altere las reglas de la paz social y entendimiento entre peruanos.
 
Empero, entre las baterías manejadas por las huestes fujimoristas, se extrae un tufillo de prepotencia que no se ajusta a las reglas. Si bien es cierto que se invoca un indulto humanitario, los solicitantes lo presentan como un derecho inalienable. Pretenden que por tratarse de un ex presidente, a quien ellos mismo le adjudican muchos lauros, no debe tener tropiezos, reparos que impidan o trunquen el beneficio.
 
En el caso del indulto humanitario, aquel se otorga cuando el solicitante se encuentra con enfermedad terminal y su vida corra peligro. Según los expertos oncólogos que han estudiado el caso, informan que el cancer que afecta a Fujimori, no tiene esa gravedad.
 
todos los argumentos que planteen no tienen ningún asidero que obligue al Presidente Allanta Humala, en nombre de la sociedad peruana, a suspender la institucionalidad jurídica del país, sometiéndose a un indulto que no reune los requisitos. El primer impase que le desfavorece a Fujimori, es que es un condenado de la justicia peruana y como agravante, pende sobre su cabeza, delitos de lesa humanidad. Para ello, según nuestra legislación, no procede el indulto.
 
Fujimori pudo allanar el camino si su estrategia hubiera sido diferente; es decir, si en efecto, su vida ya no lo podrá regresar al camino de la política: por su edad, enfermedad y otros; debió formalizar un pedido de perdón a la nación que de ninguna manera podía entenderse como un arrebato a su dignidad de ser humano. Es mas, mostrar su arrepentimiento y devolver el dinero robado a la nación. En esas circunstancias, todos los peruanos hubiéramos aceptado que se otorgue el beneficio.
 
El hecho que cierto sector de la prensa peruana, se haya mostrado exigente, pretendiendo que el supuesto indulto humanitario, pase por encima de una condena, que se aplique unilateral y excepcionalmente, sin considerar que existen miles de otros internos enfermos, que sin tener condenas por lesa humanidad, mueren en las cárceles sin que nadie levante un dedo pidiendo humanidad.
 
Ojalá que esto pare, para no llegar a navidad y fin de año, ocupándonos de un tema planteado de forma prepotente e irreverente.

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