miércoles, 24 de octubre de 2012

E D I T O R I A L


CECILIA TAIT: "UNA RESPUESTA HONORABLE"
 
 
"YO NO PERMITIRÍA QUE NATALIA MALAGA SEA ENTRENADORA DE MI HIJA".
 
Desde luego, este es un tema, una decisión, que debemos ponerle a discusión o a debate entre todos los peruanos. No entendemos por qué no interviene, o por lo menos opina la Ministra de Educación y otros Ministros donde competa.
 
Es el caso de la entrenadora del Seleccionado Peruano de Voley Natalia Málaga, y su "modalidad" asumida para dirigir a las integrantes de la selección nacional, avasallándolas, incriminándolas, humillándolas públicamente a punta de lisura honda y lironda.
 
Ni siquiera los Peruanos hemos tenido la oportunidad de escuchar el descargo obligado de las autoridades de la Federación Nacional de Voley, que nos permita saber si los exabruptos de la entrenadora, es un método sui-géneris de su peculio, o tiene el visto bueno de ella (Federación), en tanto hasta el momento no se ha escuchado un deslinde al respecto.
 
Es importante entender que un seleccionado nacional y sus integrantes (futbol, básquet, box, atletismo... hasta los que nos defienden en la Corte Internacional de la Haya), luego de pasar los rigores de ser los peruanos (as) mejor dotados en su disciplina, el Estado, les confía la representación del país. 
 
A ellos se les inviste de representación nacional, son los embajadores de nuestra cultura; definitivamente, se les define como a ciudadanos (as) excepcionales, autorizados para asumir en competencia deportiva o en otros aspecto, la defensa del Perú. Es casi igual a la postura de los soldados de todo ejército del mundo, se les arenga, no se les maltrata.
 
A propósito, recordamos las famosas arengas de los generales que nos dieron la independencia Nacional. Sucre que dijo: "Soldados los enemigos que vais a combatir se jactan... (..)". Otro dijo: "Adelante paso de vencedores..(..)". DIDI, con el seleccionado de fútbol patrio que participó del mundial México 70, las arengas del Coronel Bolognesi, de Miguel Grau.
 
Valgan, las reseñas, para explicarle a Natalia Málaga, que una exhortación, una intención por levantar la moral de sus pupilas, de ninguna manera debe llevar intenciones de humillación, lesión del ego. la autoestima. Cuando a ellas se les trata incorrectamente, esa lesión se traslada a todo el Perú. Ella misma es parte de ese respeto, es la "comandante del barco", en consecuencia, en el manejo de ese cargo, no explica hasta ahora, los credenciales <cívicos-deportivos> que la respalden.
 
Si una seleccionada de nuestra representación nacional de Voley, es por desgracia un "carajo.. o que te pasa m.."; entonces por qué ha sido seleccionada?. Definitivamente, mucha razón tiene la ex. zurda de oro Cecilia Tait, quien ha dicho: "Yo no permitiría que Natalia Málaga, sea entrenadora de mi hija". Que hacemos con haber ganado el pergamino de asistir al próximo mundial juvenil de Voley, si registramos esta terrible incongruencia.

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