martes, 9 de octubre de 2012

ACTUALIDAD


Ser niño en el Perú


Niños en Peru
 El representante de Unicef en el Perú, Paúl Martin, confirma que en las dos últimas décadas en nuestro país se ha reducido la mortalidad de la niñez, la mortalidad materna y las complicaciones durante el parto, entre otros aspectos sociales relacionados con la familia. Hay otros avances igualmente importantes. Es positivo el balance de la universalización de la educación primaria y la reducción del analfabetismo.

Lo mismo acontece con la incursión de profesionales con capacidad y conocimientos en gestión pública. La posibilidad de que esta política se extienda dependerá de la decisión política, más recursos financieros, fiscalización, y el apoyo imaginativo de los medios  de comunicación, en una relación transversal y multidisciplinaria orientada a proteger a la infancia y prepararla para la vida.
 
El Perú, en el Plan Nacional por la Niñez y Adolescencia 2012-2021 aprobado oficialmente en abril último,  precisa que sí es posible interrumpir,  en una sola generación, el ciclo perverso  de la pobreza y la violencia. 
 
El éxito integral de este plan demanda un esfuerzo concertado multisectorial y con presencia de la gestión local, así como de la empresa privada.
 
Existen actualmente elementos que posibilitan atender las demandas básicas de los niños, niñas y adolescentes. Se constata que no hay justificación alguna para que no avancen los planes sociales con miras al Bicentenario de la República y a los Objetivos del Tercer Milenio.
 
El Perú ha suscrito la Convención de los Derechos del Niño, ha promulgado la Ley 27337 que aprueba los Códigos correspondientes, ha elaborado  cuatro planes nacionales de acción por la infancia y la adolescencia desde 1992 hasta la fecha.
 
La ejecución del citado plan por la niñez lo lidera la ministra de la Mujer y de Poblaciones Vulnerables, Ana Jara, con la asistencia de un comité  multisectorial permanente en manos de su viceministro de PV,  el educador y sociólogo Julio Rojas Julca.
 
Lo respalda el Centro de Plan Estratégico de Desarrollo Nacional (Ceplan).
 
Este plan de acción figura entre  los Programas Estratégicos, como una nueva herramienta para hacer factible la inclusión social, priorizando la lucha contra la pobreza en 26 regiones del país.
 
El Plan se sustenta en 25 resultados, pero son condicionados para su viabilidad, en la voluntad de la sociedad y del gobierno nacional para luchar contra la pobreza, empezando por las zonas rurales y urbano marginales.
 
Existe financiamiento con los recursos derivados de las altas tasas de crecimiento económico de los últimos años.   
 
Llevar adelante el Plan implica la participación transversal de los sectores, de los gobiernos locales, de sus poblados más alejados, con presupuestos  condicionados a resultados.
 
El desarrollo de las poblaciones que sufren pobreza y pobreza extrema en el país demanda una acción activa y concertad del Gobierno nacional, los gobiernos regionales y locales y el  aporte del sector empresarial privado. Ese será el eje de una verdadera descentralización.
 

Medicina y periodismo en el Perú


Estas dos carreras van asidas de la mano, pues el periodismo, aparte de la preponderante función que ejerce dentro de la noticia, imparte docencia, labor que se realiza cotidianamente a través de los diferentes medios de comunicación. La divulgación de la evolución y pensamiento científicos es parte de su misión social.
 
Con respecto a la medicina son importantes las campañas que realiza la prensa para difundir conocimientos preventivos a favor de la salud pública.
 
La festividad de los periodistas peruanos está vinculada al 1 de octubre de 1790, fecha en que salió a circulación el primer diario del país, bajo la dirección del español don Francisco Antonio de Cabello y Mesa, cuyo seudónimo fue Jaime Bausate y Mesa.
 
El Diario de Lima ofrecía información de los acontecimientos más importantes de Lima y de todo el virreinato, así como avisos comerciales y una relación de llegadas y partidas de naves en el puerto del Callao, el más importante de Sudamérica.
 
En lo referente a la medicina, el 5 de octubre se recuerda la inmolación del héroe máximo de esta profesión en el Perú, Daniel Alcides Carrión García.
 
Desde tiempos prehispánicos la enfermedad de la verruga era un grave problema para la salud de los peruanos que vivían en determinadas regiones del país, entre 300 y 3,000 metros sobre el nivel del mar, y que costó miles de vidas sobre todo durante la construcción del ferrocarril central.
 
Carrión, nacido en Cerro de Pasco, estudiante de medicina de  la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (San Fernando), luego de la Guerra con Chile, observa de manera directa el efecto de esta enfermedad sobre los foráneos, que por razones de diferente índole se trasladaban a vivir a las áreas verrucosas.
 
Decide  investigar esta enfermedad, aplicando un método científico como es la inoculación, que la realiza en su propio organismo el 27 de agosto de 1875.
 
La verruga peruana o fiebre de La Oroya, ahora llamada enfermedad de Carrión, presenta dos etapas, la febril o anemizante y luego el período eruptivo.
 
Por aquel entonces muchos investigadores pensaban que estas dos etapas correspondían a una sola enfermedad y otros que correspondía a dos diferentes.
 
Con su experimento, Carrión comprobó el origen unitario de la verruga.
 
Lamentablemente, luego de realizar un estudio exhaustivo con los métodos a su alcance, como su historia clínica, que él mismo desarrolló detalladamente, falleció el 5 de octubre de 1885, dejando al Perú y al mundo no solo un legado científico, sino también testimonio de desprendimiento y heroicidad.
 
Carrión cumple con su tarea de investigador hasta sus últimos días de vida y parte a la eternidad en la antigua clínica Maison de Santé.
 
Es necesario que las nuevas generaciones recuerden siempre la obra de  estos dos insignes personajes que ofrecieron un gran aporte al progreso de la sociedad peruana y de nuestra identidad nacional.

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