martes, 9 de octubre de 2012

EDITORIAL


DIGNIDAD NACIONAL SIN LA PRESENCIA DEL JEFE DE ESTADO



Los conceptos soberanía, nacionalismo, dignidad.. son términos que vienen de una misma cantera, vale decir que casi tienen el mismo proyecto, van buscando conceder calidad de historia a los pueblos donde se aplican.


La mención en la correlación de los mismos, tiene mucha importancia, decide la suerte de la naturaleza de historia vivificada en el Perú.  Recordemos, que el presente gobierno nacional de Presidente Ollanta Humala, prometió como rigor del mismo:  soberanía con nacionalismo.. los dos conceptos juntos, determinan los grados de dignidad entre la ciudadanía peruana.


El Gobierno Revolucionario de la FF.AA. que asumió la conducción del país en 1968, llevó entre otros grandes objetivos, reivindicar la riqueza petrolera nacional, acto cumplido el 09 de octubre de 1968.  Aquella causa, fué entregada  con toda justicia al pueblo peruano, como: El "Dia de la Dignidad Nacional".


No se trata de admitir que fué un gesto del pretérito, y, como tal, obligar a la peruanidad a vivir exclusivamente del presente amorfo sin matrices de referencia e inspiración.  Esa explicación constituye un error, toda vez que la historia y sus valores se reservan y se mantienen como las fuentes auténticas inagotables que vigorizan la vida de las naciones.


El 9 de octubre de 1968 constituye la gran lección, el formidable ejemplo, carril por donde debe transitar el debe ser de la Nación Peruana.  En fecha como aquella, se resume causa y destino, proyecto de las resoluciones que sellen el respeto al manejo del bien, la riqueza, patrimonio del Perú.


Constituyen hitos, actos que deben considerarse incólumes por ser los ejes maestros, las coordenadas que ubican la idiosincrasia nacional.  Lamentablemente una dictadura entreguista, desde 1990, desmostando estos objetivos, nos devolvió al colonialismo en el manejo del recurso petrolero, desde ese momento el Perú perdió; su dignidad fué pisoteada.



El Presidente Ollanta al asumir su mandato en julio del 2011, prometió gobernar dentro de las tesis doctrinales de un nacionalismo pragmático, por encima de cualquier otros despropósitos entreguistas.  Dijo: 'mi gobierno, será el mismo que recupere la soberanía nacional, pondrá fin a la intervención y manejo extranjero de las industrias y recursos peruanos'.


Alli en estos anunció reposó la esperanza del pueblo petrolero de Talara, esperando desde el 9 de octubre del 2011,  que el primer mandatario, venga a Talara para ratificar la voluntad de Velasco Alvarado, recuperando el manejo de  los Lotes petroleros, propiedad del Estado Peruano  y de Petroperú.  No habría tenido mayor dificultad para ejecutar la medida, toda vez que tenía el respaldo de la ley 28840, ley de la integración vertical de Petroperú.


Hoy 09 de octubre del 2012, se cumple el segundo año, de una espera y el cúmplase de una jornada de auténtico contenido nacionalista, para otorgarle al Perú el sello determinante que somos una nación autogestionaria de sus desarrollo, y titular en la experiencia de la explotación de sus riquezas.  Lamentablemente, por segundo vez, Talara se queda con los crespos hechos.

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