miércoles, 17 de octubre de 2012

E D I T O R I A L

 
LA GARITA DE CONTROL AL INGRESAR A LA CIUDAD DE TALARA.-
 
 
La denominaron Santa Lucía, y se encontraba ubicada casi a 8 km antes de ingresar a la capital petrolera del Perú (Desde la zona este, viniendo de la provincia sullanense de la Perla del Chira). Fué construida por la Internacional Petroleum Company-IPCº, con la finalidad de controlar a todas las personas extrañas (ajenas a la actividad laboral). Aunque resulte extraño, así se manejó el ingreso a la zona petrolera casi desde la década 40 del siglo pasado.
 
Este sistema de "Garitas de Control", era la modalidad, los ojos y oidos de la compañia petrolera; se encontraban ubicadas estratégicamente en diferentes sectores, unas para controlar el ingreso hasta de los propios trabajadores a las áreas industriales, a la ciudad misma, y en los campos donde se encontraban los "lufkins" o pozos de extracción de los crudos.
 
Hasta la fecha, todavía subsisten las garitas de acceso al área de trabajo, donde se ubica la Refinería a un paso de su modernización, y la otra que controla el ingreso a una pequeñita población bautizada como "Punta Arenas", zona donde se ubican desde la època de los gringos, las viviendas de la plana staff. de la empresa -hoy Petróleos del Perú-
 
La historia de estas 'garitas' sufrieron duro revés, al intalarse el Gobierno de la Fuerza Armada en 1968. Sucedió que el General Velasco Alvaro, las calificó como indignas, irrelevantes, anti soberanas; disponiéndo su demolición total. Se dictó un medida prohibiéndo su existencia, fué parte de la declaratoria de Talara Ciudad Abierta (1970).
 
Desde entonces quedaron prohibidas, estableciéndose como medida reivindicativa que ninguna de ellas limitaría el ingreso a peruano alguno. La famosa e histórica 'Garita de Santa Lucía' quizá fué la mas significativa ante estas desapariciones. En ese lugar donde estaba ubicada, se llevaba un riguroso control a familiares de trabajadores que venían de visita. Se les hacía firmar un compromiso, donde constaba los días que pernoctarían en la población, siendo que la autorización no pasada de los tres días.
 
Hasta aquí la historia de la recordada 'Garita de Santa Lucía'. Ahora ante el crecimiento de la inseguridad ciudadana en la primera población petrolera, se vienen haciendo gestiones para su reinstalación, buscando ser meticulosos en el arte de detectar a bandas de delincuentes que tienen la modalidad de llegar diariamente, cometen asaltos, y tranquilamente bajo la misma vía abandonan la ciudad, mientras que las investigaciones resultan infructuosas.
 
La medida no deja de ser necesaria y complementaria, pero trasciende que la gestión no tendría la meta primordial de conceder seguridad a la población; se asegura en diferentes corrillos periodísticos, que la real intención es que la PNP. en la indicada garita de Santa Lucía, sea expresamente, para proteger la propiedad de los bienes a las empresas petroleras que constantemente son objeto de perjuicio en los campos petroleros, donde inclusive, ni el crudo se escapa que es robado para conducirlo a refinerías clandestinas fuera de Talara.
 
Como se trata de una inversión que vá a correr a cargo bien de la Municipalidad de Talara, o en su defecto del Ministerio de Interior, sería bueno que se aclare esto último, donde las grandes favorecidas no sean las petroleras, sinó la seguridad a los vecinos.

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