jueves, 8 de agosto de 2013

S O C I A L

HAY COSAS MAS NOCIVAS QUE LA PORNOGRAFÍA.
 
La pobreza, la inseguridad ciudadana, el estado de la educación pública y proyectos de ley con poca o nula efectividad; o un congresista interfiriendo con las labores del Poder Judicial y la Policía para favorecer a un grupo privado (digo nomás), son mucho más nocivos (e inmorales) que la pornografía.
 
El congresista Omar Chehade, sí el de las Brujas de Cachiche, ha presentado un proyecto de “Ley de Protección del Menor de Contenidos Pornográficos en Internet”, mediante el cual propone un sistema de censura previa en el ciberespacio.
 
El proyecto establece que “todas las páginas con contenido para adultos” serán bloqueadas por defecto y que solo los usuarios que lo soliciten podrán acceder a ellas.
 
El problema con la denominada “Ley Chehade” es que sencillamente no va a funcionar. Algunos moralistas saludarán su aprobación, pero la pornografía se seguirá consumiendo dentro y fuera de Internet. El proyecto, sin embargo, sí impondría altos costos de administración al Estado y a los contribuyentes (usuarios y negocios), además de representar un riesgo para la libertad de expresión.
 
Controlar el consumo de pornografía en Internet es demasiado costoso, por no decir imposible. Existen miles de millones de páginas sobre ella. Muchas están alojadas en servidores de múltiples países. El costo administrativo de revisar cada página, incluso aplicando algoritmos de búsqueda sería enorme (costo que reconoce pero no cuantifica el proyecto de ley). Por lo demás, mucho del contenido pornográfico se comparte a través de programas “peer-to-peer”, es decir de computadora a computadora, e incluso vía correo electrónico.
 
Una de las justificaciones del proyecto de ley es que la pornografía expone a los menores a pedófilos y violadores. Pues bien, ¿qué tal si en vez de crear un nuevo ente administrativo para que controle contenidos en Internet, otorgamos más recursos logísticos y humanos a la Policía Nacional para que su división de ‘altas tecnologías’ persiga más eficientemente a pedófilos y promotores de pornografía infantil online? No es un buen signo, por cierto que su página web, www.policiainformatica.gob.pe, se encuentre permanentemente “en mantenimiento”.
 
En Contribuyentes Por RESPETO consideramos que la supervisión del desarrollo sexual de niños y adolescentes, y de los contenidos a los que éstos acceden, corresponde en primer lugar a los padres de familia; y en segundo lugar, al Estado vía el fomento de la educación sexual (campo en el que más bien venimos retrocediendo).

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