martes, 20 de agosto de 2013

PALABRA DEL DIRECTOR

LA DESACELERACIÓN DE LA ECONOMÍA Y EL PROYECTO MODERNIZACIÓN REFINERÍA TALARA
 
 
Pónganle el nombre que quieran: Desaceleración, crisis, vacas gordas, vacas flacas, vacas obesas, vacas sagradas. Lo real es que se avecinan problemas y, los que entienden de estos fenómenos recomiendan amarrarse bien los pantalones.

La "Desaceleración de la economía del Perú", para utilizar el mejor término, se comienza a evidenciar por los indicadores que admite el MEF. reconociendo que las crisis de Europa, EEUU. China y la reducción de las exportaciones por la baja de los precios de los minerales, determinan las principales causas. Urgente, sugieren los entendidos, es ir al incremento de inversiones y amarrar bien los ahorros producto del crecimiento logrado.

Explican los especialista que de modo urgente se debe disciplinar el gasto, priorizar ejecución de obras y servicios públicos, austeridad, trabajar mas, aplicar medidas buscando la máxima productividad. No es una alarmante crisis la que se avecina, el Perú no tendrá el crecimiento ideal que debe estar por encima del 6%, pero siempre está creciendo con tasa no menor del 4% por encima de otros países de la Región.

Mientras entendidos economistas peruanos realizan pronósticos y recomendaciones como los señalados, en la vereda opuesta, voceros de los grandes grupos de poder, jalando agua para sus molinos, sostienen que en todo los casos las inversiones deben venir mayormente de fuera. Articulan la tesis, que el Estado no debe debilitar sus reservas, repitiendo una y otras vez, que no es un buen Administrador.

Si esa versión angurrienta llegara a convencer al Gobierno Peruano, vamos a comprobar en los tiempos mediatos, el desandamiaje de grandes proyectos a punto de ejercutar el Estado mediante sus empresas públicas y estratégicas, caso Petroperú. Los voceros del capital foráneo no han tenido mejor oportunidad que esta desaceleración de nuestra economía, para pregonar a los cuatro vientos que se debe ejecutar de inmediato el Proyecto Conga y paralizar el correspondiente a la Refinería de Talara.

Quien debería definir las competencias y capacidades del Estado Peruano, debe ser el propio Estado. No resulta congruente que por Estado entendamos la obligación que su manejo corra a cargo de las grandes inversionistas extranjeras; que para ser eficientes, toda la base de nuestros recursos y economía debe ser adjudica al manejo extraño. Entonces, ya no seremos Estado, seremos el dueño siempre visto como un convidado de piedra.

La inversión venga de donde viniera es importante, nadie discute esto. Pero en las reglas de juega, se debe salvaguardar la condición constitucional de proteger la naturaleza de Estado Soberano, con solvencia potestativa. Es necesario que el Estado también se fortalezca, que tenga su crecimiento, fomente las reformas que lo hagan competitivo. Si esto no se aplica bajo esta tesis, seremos en adelante una Nación sin Estado.

En el caso del PMRT. precisamente se cumple la perentoria necesidad de invertir para crecer en la industria petrolera que repercute en el Estado. Dejar de ejecutarle significa contribuir a desacelerar nuestra economía. Hablan de modo interesado los voceros del gran capital cuando aseguran que esta inversión va a distraer dineros. Ello no es cierto, es una afirmación tonta y antojadiza, Petroperú en este y otros proyectos va a intervenir con recursos propios, para ello, el Gobierno solo tiene que cumplir con adjudicar los Lotes en manos de las transnacionales a Petroperú y, con ello, el recupero de la Renta Petrolera.

Para lograr esta meta, es necesario que todas las fuerzas y fuentes bien informadas que apuesten por la factibilidad del PMRT, se movilicen y prediquen que es mucho mas importante decidir que el Petróleo Peruano, su política y tecnología se movilicen bajo ruedas peruanas. No queremos ser una Nación parapeto. Eso no es correcto.

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