EL DERECHO DE LOS VECINOS EN PAZ.

 

No hay nada más molestoso para los pobladores de una ciudad, que vivir cerca de las avenidas de alto tránsito, bares, discotecas o fábricas. El derecho al descanso se ve interrumpido muchas veces por personas irresponsables, a quienes les gusta organizar fiestas y parrilladas en las calles y hasta en horas de la madrugada.

 

La Municipalidad de Piura ha iniciado una campaña contra los ruidos molestos, con el fin de tener una ciudad menos agresiva. La primera parte consiste en sensibilizar a todos sobre la importancia del respeto hacia las otras personas que viven a nuestro alrededor y que se pueden ver afectadas por nuestras propias actividades, si es que no tenemos cuidado y consideración al realizarlas.

 

Todos debemos entender que cuando subimos el volumen de un aparato de música en nuestra vivienda, posiblemente estemos perturbando y afectando el derecho a la tranquilidad, a dormir, a escuchar su propia música, que tienen los vecinos.

 

Los ruidos intensos alteran el sueño y, de acuerdo a los estudios científicos, pueden causar sordera, daños estomacales, aumento de la presión sanguínea y hasta hipertensión. Lamentablemente, no nos damos cuenta de ello y por la calle podemos observar mototaxis con equipos de música que se escucha a varios metros a la redonda.

 

Sucede lo mismo con las bocinas de los vehículos. Algunos conductores creen que tocando el claxon muy fuerte, pueden acelerar la marcha de los carros en las zonas congestionadas o que el claxon sirve para saludar al compañero que va en el otro carril o para “ofrecerle” al pasajero su servicio de taxi.

 

Lamentablemente, esto no es así. En este sentido, la Municipalidad de Piura tiene una buena iniciativa y está cumpliendo con su función de sancionar a quienes interrumpen la tranquilidad de los vecinos y no respetan las reglas de convivencia de la sociedad.

 

La participación efectiva de la instancia que reciba las denuncias de la población es bien importante. De lo contrario, los vecinos se desanimarán en informar y la campaña perderá sentido, porque no se atiende a quienes sufren las consecuencias de los ruidos molestos.