miércoles, 18 de setiembre de 2013

PALABRA DEL DIRECTOR

¿QUÉ LE FALTA A TALARA?

 
Es una pregunta que puede prestarse a la ambigüedad. La respuesta puede tomarse desde diferentes ópticas; la lectura puede interpretarse como relativa, aceptaremos que unos podrán decir: poco, mucho, todo. O también, la respuesta pudiera ser aquella que sea establecida buscando un estricto orden de prioridades.

Antes de ponernos de acuerdo sobre la consulta: ¿Qué le falta a Talara?, es muy necesario admitir que existe otra gran realidad, es aquella que nos grita por el estado de desatención a que ha sido sometida esta Provincia, en evidente contraste con el rol de aporte que tiene con el país, proveniente de su recurso petrolero.

Sobre esta evidencia, si por ejemplo las empresas dedicadas al negocio de las encuestas y cuyo parámetro de acción, solo les ocupa ubicar las popularidades de la clase política; si en lugar de ello, hicieran verdaderas mediciones sociales, mas compenetradas con el interés nacional; pudieran que ingresen por ejemplo, a medir que pueblos dan mas al Perú con sus recursos y, ¿cómo estos, redundan en el PBI, otorgando capacidad al Estado?.

A partir de entonces vendrá el panorama de una respuesta contrastable, imposible de admitirle. Por todo sentido de lógica y justicia, aceptamos que el pueblo que da mas, debe recibir en la misma dimensión. Ese debe ser el axioma, pero -es el caso- que el pueblo petrolero de Talara, no tiene: Agua, salud, seguridad ciudadana, buenas pistas a pesar de ser petrolero, universidad y otros etcéteras. Mas bien tiene atraso, acumulado olvido, estado de corrupción, sometimiento y, todas las formas de desgobierno.

Y también le falta una adecuada justicia; nos falta, un justo y racional número de comisarias y de policías que garanticen el control y seguridad de su propiedad petrolera, hoy víctima y, al vaivén de chatarreros en todas las escalas y de todas las sangres. En este último caso, falta muy poco, para admitir petroleros informales, al igual de los miles de mineros en el sur del país, que por no actuarse a tiempo, constituyen una realidad controversial al Perú.

No pretendemos alarmar, este comentario no tiene nada de apocalíptico, no estamos prestándonos a la fácil apología de alentar el descontento nacional; pero por muchas razones, llegamos a la conclusión que en Talara, como en muchos otros pueblos peruanos, hace mucho tiempo no se percibe la presencia del ESTADO.

Aquí como a todos consta, faltó muy poco para que los depredadores, le pongan llantas a Talara y se lleven todo. En este orden de cosas, el Ministerio Público, el Poder Judicial, la gobernación, la PNP, y otras, han vivido cruzados de brazos permitiendo, tolerando, que la ola de la corrupción soslaye el mismo Estado de Derecho.

Cuando el Estado desaparece, también está ausente el Estado de Derecho. La justicia, el orden institucional, el bienestar ciudadano, ya no es parte de las ciudadanías que tienen por constitucionalidad el derecho a esta tutela. En Talara, no es una 'herejía' decirlo, hace mucho tiempo que no tiene la asistencia, la respuesta social, la justicia que por derecho le corresponde.


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