En el costumbrismo peruano, es muy común chocarnos con la expresión: "Pasando piola", se refiere seguramente a un acto de puro y simple facilismo, salir del apuro, haraganear, distraer, (...). La encontramos usada y aplicada por doquier, resultando muy curiosa o entretenida, cuando la aplicamos al accionar de políticos y, hasta en los mismos partidos que los cobija.
La expresión, la estamos viendo pasar, como si estuviéramos parados sobre un puente y observamos pasar las aguas de un río. La rescatamos ahora, cuando en el APRA, otrora renombrado partido fundado por Haya de la Torre, sus jerarcas pasando piola, ordenan a su militancia, que para los próximo comicios políticos municipales, deben camuflarse como "independientes".
Quiere decir que transitoriamente, cuando no conviene, dejarán de lado al Aprismo con sus símbolos, marsellesa, cachiporras, bufalería, etc; es el estilo del camaleón. Verdaderamente es la piola de paja, la que se moviliza actuando en curiosa partitura dialéctica. En el PAP, se escenifica en todo su historia: Pacto con Prado, Odría; ahora con el fujimorismo y, el acabose, ¡claro! con la derecha y hasta apoyando al neoliberalismo. ¡Que tal piola!.
Y como si fuera la peluquería del cuartel militar, todos los partidos grandes y pequeños; caudillos de todas las marcas y de todas las sangres, enrolados en la política criolla peruana, han pasado por el mismo barbero. Así de simple, como si manejar un país fuera una piola, se desempeñaron Fujimori que se 'mandó cambiar' al Japón anocheciendo y no amaneciendo. Y de paso, como de piola, intentó convertirse en Senador Nipón.
Pasando piola, empaquetó maletas con incalculable fortuna, barras de oro, fletó su avión al estilo el saqueo español al Imperio Inca y, como si nada, nos hizo llegar una papelito manda, diciendo: aquí los dejo, enviando la llave de Palacio de Pizarro.
También usan la piola, los congresistas narcos; la utilizaron mejor los toledo, los chehade, 0, los que se enriquecieron con los narco-indultos. Por qué no los tránsfugas?; los que postulan en un partido político y, como su fuera el caso de un borracho, terminan dormidos en cama ajena.
Otros, y esto ocurre a cada rato, usan la piola de la corrupción, la repartija, el faenón; equivocándose de casualidad, creen que el dinero de las arcas de municipalidades, gobiernos regionales, es de su propiedad y por seguridad lo cambian de escritorio. Cuando los descubren con la tecnología moderna de los Vídeos, lloran diciendo que no son ellos, que las pruebas son vulgares montajes.
Los facinerosos hechos de piola, para llegar a manejar el poder, ofrecen el oro y el moro. Se proclaman nacionalistas, que vienen a pie, que son luchadores dispuestos a morir por el pueblo; al final, se les descubre que son las grandes aves rapiñas; y por eso, el Perú está hasta las...
Producción de ASPETA.
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