miércoles, 11 de setiembre de 2013

DESDE MI ESQUINA (Escribe: Richard Kinboll)

POLÍTICAS: ENGAÑA MUCHACHOS

Nuestro Perú, es un país muy curioso, por su ingenio criollo podría ser coronado campeón mundial de todos los premios guisnness. La afirmación se debe a que nuestra democracia reviste la cultura de "condorito", uno de los personajes mas geniales en la farándula de la risa. ¡Si!, no estamos exagerando, menos es la intención de desacreditarnos nosotros mismos.

La observación, por llamarla de esta manera, viene del comportamiento curioso de los gobiernos y de los otros sectores que ejercen la 'oposición democrática. Son melodramáticos en cuanto saben capear las grandes dificultades que se les presentan; driblean mejor que Maradona o, son grandes actores para montar gigantes escenografías cuando las "papas queman".

Es una peculiar costumbre que tranquilamente puede incorporarse como parte de nuestro folclore político, trastocando la política seria con aquella que desborda de comicidad. Es una práctica, que no ha surgido ahora, viene desde atrás. En la época de Fujimori, fue teatralmente manejada desde una "Salita" llamada del SIN (Sistema Nacional de Inteligencia); desde allí, se pasaba piola a deficiencias, desagrados, amarguras, barrabasadas, abusos, desconocimiento; todo, en detrimento del populorum.

A los peruanos les resulta sintomático, porqué no admirable; asimilar, digerir habilidades frente a un hecho o acto gubernamental que pueda generar la reacción ciudadana; mediáticamente surge una medida que actúa como antídoto o paliativo. Después de una política degenerativa, viene el parche. Todo dentro de una habilidad, no como el arte de gobernar, sino como la sagacidad de sacar la vuelta al rechinar de dientes ciudadano.

Muchas veces, en la vieja y deteriorada democracia, la programación de un "Partido de Fútbol", servía para mitigar, distraer, entretener, al pueblo descontento. El partido de fútbol o, habilidosas actividades similares, cumplían con el papel de colmar las exigencias o disculpas cuando se lesionaba la ley, la Constitución, también cuando se hacía tabla raza de los derechos ciudadanos. De todo esto, viene la vieja sentencia: "Dale circo al pueblo y colmarás sus inquietudes".

Así de ese modo, con entretenimiento o cortinas de humo hábilmente orquestadas, se driblearon las responsabilidades democráticas del pueblo. En ocasiones mas graves, existieron gobiernos, presidentes, tiranos, dictadores, que fueron tentado a convertir al Perú en Nación Narco; deliberadamente, las responsabilidades criminosas fueron escondidas. Esto lo sabe muy bien por ejemplo don Vladi. Mas adelante en el Perú el caso BTR; anteriormente los escándalos de la "Página 11", el regalo de territorio peruano a ECUADOR. Después de todas ellas, surgió el maquillaje, la cortina de humo siempre estuvo a la mano para neutralizar y parar las Iras Santas del pueblo.

En estos últimos días se viene dando un diálogo político en Palacio de Gobierno; los coloquiantes: el Ejecutivo versus los representantes de los partidos que "gozan de muy buena y malvado comportamiento". Nadie imagina por donde saldrá el disparo; ni siquiera, si este simulacro podrá poner los paños tibios al bajón de las encuestas de toda la representación del Gobierno. Con ese diálogo, también se favorecen los ex-presidentes que son investigados por "tener harta platita", tanto, que se les da por comprarse paraísos completos.

Cuando en el VRAEM, no podemos con los terroristas, inmediatamente funciona la película llamada distracción. Pero si por causalidad, apoyados con el "soplo", se captura o se elimina a un senderista, aparece los generales tratando de adueñarse de la hazaña. Así es la política peruana, que mediante este escrito, un poquito satírico, la llamamos "Engaña muchachos".
 

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